Se ha vuelto costumbre en la ciudad, que el día 20 de cada mes se agota la gasolina subsidiada y ya no es una eventualidad sino una constante, dado que el aumento significativo del parque automotor de matrícula extranjera que “no alcanzó a realizar el registro” es realmente impresionante y lo más triste de todo es que a la fecha, el impuesto por dicho concepto, es para los pendejos que cumplieron con la norma.
Resulta que el proceso de registro arrojó las siguientes cifras con corte a 2019: 39.041 automóviles y camionetas. 13 Buses. 1.132 camiones y 16.408 motocicletas, para un total de 56.594 vehículos. Estos automotores se deben sumar a los 153.510 matriculados en la dependencia de tránsito de Cúcuta, Los Patios y Villa del Rosario, para un total de 210.104.
Ahora resulta que pasados dos años, ingresaron un número indefinido de vehículos por algún sitio de la geografía fronteriza, porque para nadie es un secreto que todos los días vemos autos de gama media y alta rodando por las calles, así el año de fabricación sea 2015 o anteriores. Lo cierto es que han pasado a nuestro territorio camiones que son adaptados para diferentes actividades como por ejemplo, aquellos utilizados en el transporte de concreto a granel y eso afecta a la empresa que posee sus propios vehículos, debidamente registrados para transportar carga tal como lo establece la ley.
Tan solo imagínense, ¿qué hacen en Cúcuta 1.132 camiones de matrícula extranjera? Es un tema bastante complejo y que las autoridades que deben controlar este tipo de irregularidades, activen sus cerebros puesto que absolutamente todos los uniformados de nuestra muy querida institución, en su especialidad tránsito y transporte, saben perfectamente que dichos vehículos no pueden prestar servicio de carga así posean permisos de una autoridad de tránsito porque a todas luces, carecen de valor legal y en consecuencia, esos CAS deben ser puestos en conocimiento de la autoridad penal puesto que pudiera tratarse de una burda falsificación de firma y papelería oficial o una falta grave del funcionario que se atrevió a autorizar lo que por ley no puede hacerse.
Desde la óptica de seguridad, nadie sabe a ciencia cierta cuántas motocicletas ruedan por los cuatro puntos cardinales sin los respectivos documentos que acrediten su propiedad y demás requisitos como el SOAT y otros de porte obligatorio, ya que muchos de esos conductores, obtienen sus ingresos de la reventa de gasolina y ahí está una parte del desangre porque la principal es el exorbitante número de vehículos, que presumo aún siguen entrando a nuestra ciudad por cualquier método.
Lo cierto, es que se acerca el día 20 de octubre y si usted no se abasteció de combustible antes de esa fecha, es muy probable que le toque hacer largas colas para obtener lo necesario, mientras tanto, se presume que miles de galones pasan la frontera, porque así no sea la mejor gasolina la que se llevan a territorio hermano, supera a la que les llega desde países asiáticos.
