El quehacer intelectual en la vida de Miguel Méndez Camacho y su contribución a la cultura en su región y en el país no se ha quedado inédito. Su dedicación a la creación literaria está incluso por encima de su ejercicio profesional del derecho, en el cual también sobresalió.

La dedicación de Méndez como escritor no se ha quedado en el intento. En poesía y narrativa tiene obras consolidadas por su calidad.

La poesía de Méndez está creada con un lenguaje fluido, expresión de sus vivencias y de su visión existencial. Los sentimientos los alumbra con una estética de resonancia testimonial.

Como novelista Méndez maneja escenarios que tienen tanta realidad como ficción, con personajes que se mueven en una relación de humanas mutaciones. Son personajes que tienen vida expresiva y pasiones cambiantes en la cotidianidad de sus destinos.

La obra literaria de este escritor nortesantandereano

es el resultado de su travesía en la vida, pero también de su talento que él ha abonado con el conocimiento ganado en las fuentes de la academia, de la lectura y de sus propias reflexiones. Es un activo con aceptación, que equivale a un reconocimiento sin zalamerías.

En el ejercicio de escritor de Méndez el periodismo también cuenta. No es un subproducto. Lo ha hecho con rigor y con la precisión que impone contar lo que sucede o interpretarlo. Como columnista de opinión, cronista, reportero, o investigador ha sido idóneo. A lo cual se debe agregar su gestión en el periodismo cultural, con la creación de suplementos, como lo hizo en La Opinión.

El desempeño de Méndez en el periodismo alcanza un alto nivel con su llegada a la decanatura de la facultad de comunicación y periodismo de la Universidad Externado de Colombia. Durante diez años ejerció el cargo con resultado óptimo reconocido por los rectores del alma mater.

“La alegría de escribir” es un libro de Méndez que recoge algunos de sus trabajos periodísticos y el cual mereció un prólogo elogioso del doctor Fernando Hinestrosa, siendo rector del Externado de Colombia.

“Este libro -dice- bien podría compararse al cuaderno de bocetos que el pintor lleva siempre consigo en su recorrido por la campiña o las ciudades para consignar en él, veloz a la vez que exacto, los rasgos de los objetos que excitan su visión, o a la libreta de apuntes de cronista que trenza sus recuerdos con las observaciones y pensamientos que le va suscitando su percepción sensorial”. Y señala la importancia de la obra.

Esos méritos sobresalientes fueron tenidos en cuenta  para otorgarle a Méndez el premio de periodismo Eustorgio Colmenares Baptista. Es el reconocimiento a un profesional que honra las letras y la comunicación social. 

Puntada

Al alcalde de Cúcuta, Jairo Yáñez Rodríguez, hay que reconocerle y agradecerle la autoridad con que sustrajo al municipio de Cúcuta de la corrupción.

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