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Qué le pasó a Colombia
Se ha impuesto como objetivo de la formación de los muchachos la competitividad, según la cual lo importante es ganar, superar a los otros, obtener títulos, sobresalir así se desechen valores morales o atropelle lo que sea.
Domingo, 30 de Mayo de 2021

La tristeza que nos causa ver arrasar a las ciudades, matar a policías y manifestantes, destruir el transporte público, incendiar los bancos, impedir el paso de alimentos, extorsionar a los transportadores, saquear los negocios de honrados comerciantes, etc. nos deja una serie de interrogantes para tratar de entender por qué Colombia cayó en este caos alarmante.

Lo que surge como explicación inicial es el error en la educación de los niños; porque los primeros años en la vida de una persona son fundamentales para su formación, no tanto en los conocimientos que puede recibir en el curso de sus estudios sino en su estructura de hombre de bien, en su desempeño como buen ciudadano, buen vecino, buen miembro de familia.

Yo observo con asombro que en Colombia no existe una guía clara en relación con la educación que se imparte. Cada gobierno dicta normas nuevas sobre los sistemas educativos tratando de innovarlos o adaptar los de otros países, sin una reflexión profunda.

Se ha vuelto una obsesión ampliar la educación universitaria para llegar a coberturas muy amplias, pero no se ha hecho una revisión juiciosa de los niveles inferiores en los que se debe poner mayor atención al comportamiento de los estudiantes. Tratar de obtener a toda costa títulos universitarios para tener acceso al mercado laboral es un camino engañoso. Por eso existe tanto desempleo en los jóvenes y, consecuentemente, tantas frustraciones.

Se ha impuesto como objetivo de la formación de los muchachos la competitividad, según la cual lo importante es ganar, superar a los otros, obtener títulos, sobresalir así se desechen valores morales o atropelle lo que sea. Pero ello conduce, también, a que se anide la desesperanza cuando algo no se alcanza o se tiene un fracaso.

La otra explicación que encuentro es que en Colombia ha desaparecido, o no ha existido, un concepto de Patria. Nuestra sociedad se desenvuelve en un arraigado individualismo y en un regionalismo extremo. No se percibe lo que algunos llaman “amor patrio” o nacionalismo edificante. Cada quien defiende lo suyo, se aferra a sus propiedades o persigue las de los otros, y no hay un interés común por progresar colectivamente.

Los ciudadanos de los países más adelantados, especialmente los del hemisferio norte, necesitan tener un comportamiento cooperativo para superar las dificultades que significan los cambios estacionales, sobre todo el frío, porque de otra manera morirían inevitablemente. 

Nosotros, que tenemos unos climas más benignos no somos previsivos, no ahorramos, no somos solidarios. Nuestro mundo está encerrado en las cuatro paredes del egoísmo y por eso, por ejemplo, no nos sentimos dueños de los bienes públicos, al servicio de todos, que podemos destruir sin consideración. ¡Dios ayude a Colombia!

ramirezperez2000@yahoo.com.mx

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