“Aquellos que pueden hacerte creer absurdidades, pueden hacerte cometer atrocidades”. Voltaire.
El próximo 26 de agosto en Colombia se votará La Consulta Anti Corrupción, ¡si amigos extranjeros!, (los que por casualidad lean esta columna) es en serio; en el país del Fiscal Anticorrupción condenado por corrupto, nos toca votar a ver si se aprueban algunas medidas reales que sirvan para atacar y disminuir este cáncer que anualmente le cuesta al país varios billones de pesos, que podrían ser invertidos en algunas de las necesidades que como sociedad tenemos.
La Consulta no es un capricho, es una necesidad. Han sido muchos los intentos fallidos vía Congreso para sacar adelante los proyectos de ley que realmente le hicieran frente al flagelo de la corrupción (no es de extrañarse, ya que muchas de estas iniciativas afectan directamente a los congresistas), que se tuvo que recurrir a un mecanismo de participación ciudadana contemplado en la Constitución, la Consulta Popular, a ver si por este medio por fin se logran aprobar.
Se pensaría que una iniciativa como esta no debería tener mayor problema para salir adelante, pero no es así, son muchos los requisitos logísticos y legales para poder convocar la consulta, y ni que decir de las trabas de algunos sectores políticos. Pero después de que el comité promotor recogiera varios millones de firmas respaldando el proceso y con una fuerte estrategia en redes sociales, se logró ejercer una presión social tan fuerte que ni los más recalcitrantes opositores en el Congreso a la Consulta pudieron abstenerse o votar en contra de esta propuesta.
Sí, no es fácil de comprender, pero efectivamente algunos sectores políticos se oponen a la Consulta Anticorrupción, ¿Por qué razón? ¿Serán corruptos a los que no les convienen estas medidas? Pues saquen sus propias conclusiones y juzguen ustedes. El costo de la Consulta o que ya varios de los siete puntos que se preguntan están dentro del ordenamiento jurídico son algunos de los argumentos de los opositores para intentar desestimular las intenciones de los colombianos para salir a votar el próximo 26 de agosto.
Algunos de nuestros políticos son algo excéntricos al “preocuparse” por el dinero que cuesta la Consulta, pero extrañamente no dicen nada ni ponen la cara cuando alcaldes y gobernadores avalados y elegidos por sus partidos son destituidos y/o condenados, ocasionando pérdidas millonarias al Estado con las elecciones atípicas que deben hacerse y con la inestabilidad y desgobierno en estos municipios y departamentos. Tampoco se les escucha preocupados con los billones de pesos que pierde Colombia al año por diversos hechos de corrupción en todos los niveles del Estado.
Otro de los argumentos es el supuesto favorecimiento electoral que tendría la consulta con algunos liderazgos políticos que “se echaron al hombro” la tarea titánica de sacar adelante este mecanismo de participación, pero nada más alejado de la realidad, porque con esto nos favorecemos todos los colombianos que pagamos impuestos y que esperamos que el dinero del Estado se invierta en los temas realmente necesarios y no se vaya a los bolsillos de algunos políticos corruptos que por años han desangrado el erario público. Evidentemente a estos corruptos no les favorece en absoluto que se aprueben los siete puntos de la Consulta.
Es evidente que algunos de los puntos que se someterán a votación ya se encuentran de forma similar en la Constitución y las leyes, pero sin reglamentarse de manera eficaz para hacerse cumplir. Es por eso que una Consulta con sus siete puntos aprobados por un mandato popular de más de 12 millones de votos, le daría una legitimidad sin precedentes en el país, ya que se convertiría en la causa política más importante de la historia Colombiana (electoralmente hablando), obligando a todos los poderes del Estado a cumplir lo votado.
Esta oportunidad histórica para empoderar a la sociedad civil frente a los partidos políticos y sus dirigentes no se presenta todos los días, de ahí el temor y resistencia de algunos sectores políticos frente a la consulta. La cuestión es simple, no se deje engañar con noticias falsas o mal intencionadas; lea, analice y vote, la corrupción es un problema que nos afecta a todos.
@ClavijoAndres83