Hoy se conocerá el fallo de una de las tres demandas iniciadas por Nicaragua contra Colombia. Increíblemente los gobiernos colombianos desde Juan Manuel Santos continuan sin coherencia en su política internacional.

En la cancillería se han improvisado ministros de Relaciones Exteriores y solo una de ellos de carrera diplomática. María Consuelo Araujo Castro la conchi, es especialista en Gobierno, Gerencia y Asuntos Públicos, Fernando Araujo Perdomo es es un ingeniero civil y político, Jaime Bermúdez es doctor en ciencia política con énfasis en opinión pública y docente de teoría política, María Angélica Holguín Cuellar diplomática de carrera, Claudia Blum psicóloga y política y la canciller actual Martha Lucía Ramírez, política y abogada.    

Con tal colección de inexpertos, lo menos que podíamos esperar era una cadena de errores y equivocaciones. Grave que el Señor Presidente Iván Duque Márquez en una posición absurda, haya caído en la teoría que esa brasa la saque el gobierno que llegue en estos días al poder, pues este tema incide en las elecciones próximas.  

La Corte Internacional de la Haya, está enterada de tan absurda decisión. Ya hemos recibido el primer golpe con la Sentencia de 2012. La validez del tratado Esguerra-Bárcenas, que interpretó el Tratado y su Acta de Canje, en la sentencia sobre excepciones preliminares de 2007. Entonces, la Corte rechazó la posición tradicional de Colombia según la cual el tratado efectuaba una delimitación marítima, por lo que concluyó que a ella le correspondía determinar la extensión de los espacios marítimos de los dos países y fijar la frontera marítima entre las islas colombianas y la costa nicaragüense.

Con tal fallo perdimos setenta mil kilómetros de zona económica exclusiva, al aceptarle a Nicaragua la proporcionalidad de las costas. Ahora estamos pendientes de la suerte de ochenta mil kilómetros de plataforma continental y de la acción sancionatoria por incumplimiento del primer fallo.

Es obvio que ese desastre viene desde el gobierno de Ernesto Samper que decidió abandonar la jurisdicción de la Corte Internacional. Así pasamos de la pérdida de Panamá, a la pérdida de parte de nuestra plataforma continental. Todo en secreto, por lo cual no dejan conocer las actas de la comisión asesora de la que hacen parte los expresidentes. Se trata de comer callados.

Los silencios de Santos, permitieron que Nicaragua se viniera con las otras dos demandas. Hoy sabremos de ellas, pues nos llegó el 21 de abril fijado, Dios nos guarde confesados con la teoría de la inaplicabilidad de las sentencias.

La suerte está echada. Si miramos el pasado, la torpeza gubernamental sumada a los cancilleres más políticos que internacionalistas: hasta el Juez Ad-hoc nombrado por Colombia votará en contra.

Adenda: ¿En que irá el rediseño institucional del Municipio de Cúcuta que se contrató con UNIPAMPLONA?