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Permitir el porte de armas
¡A legislar señores, para eso los elegimos!
Viernes, 26 de Marzo de 2021

Como resultado del escandaloso incremento de la inseguridad en nuestro país, especialmente por la ola de atracos donde se emplea la intimidación y la violencia, seguida en muchos casos con homicidios cuando se ofrece alguna clase de resistencia, la senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, anunció la presentación de un proyecto de ley para que se flexibilice el porte de armas, como medida de protección de millares de ciudadanos que en este momento se encuentran a merced de la delincuencia, sin excepción,  en  las calles y al interior de establecimientos de comercio en  las ciudades de Colombia.

Y como era de esperarse, se generó el debate entre los que defienden la iniciativa y los que la atacan, argumentando que, con el porte de armas en manos de los ciudadanos, se generaría más violencia.

Lo cierto es que los delincuentes, actualmente, hacen de las suyas a sus anchas, conocedores a cuál más de la indefensión en que se encuentra la población colombiana, por la prohibición   del porte de armas de fuego por parte del Estado. Estos malhechores sí se encuentran armados hasta los dientes y despojan con violencia las pertenencias de sus víctimas y en muchos casos como lo manifesté anteriormente, la preciada vida de un ciudadano de bien.

Y como (en eso si son especialistas los pícaros) para hacerle el quite a la ley, en la mayoría de   eventos (llámese atracos) utilizan pistolas de fogueo y traumáticas sabiendo que no está penalizado el porte de estos elementos en caso de ser sorprendidos en cualquier requisa que realice la policía nacional.

Para ilustración de los lectores, las pistolas traumáticas y de fogueo son muy similares a las verdaderas a simple vista, con la diferencia que las traumáticas utilizan munición con pólvora y punta de goma que disparadas a menos de 40 metros neutralizan a una persona y las de fogueo son pistolas que producen un ruido parecido a un arma de fuego, pero no disparan ningún tipo de proyectil.

El Congreso en su leal saber y entender, debe debatir con mucha sapiencia la conveniencia del proyecto, pero lo que sí debe entrar a regular es el porte de las armas de fogueo y traumáticas, para que sean penalizadas igualmente como el porte ilegal de las armas de fuego, con una penalidad menor si es el caso, sin darles a los infractores el beneficio de la domiciliaria en caso de reincidencia.

El Congreso está en mora de legislar sobre está verdadera pandemia de la inseguridad ciudadana, que, sumada al atraco con pistolas no letales, igualmente desató el atraco en “manada” montados en motocicletas. 

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