Supongo que son muchos los tratados que se han escrito acerca de las oportunidades, no obstante hoy quiero permitirme hablar sobre este aspecto de la vida que nos muestra caminos para que podamos escoger, según queramos ser triunfadores o perdedores. Para lograr este objetivo en la dirección positiva es menester ser una persona pellizcada, que su alerta permanezca encendido para poder verlas, crearlas o buscarlas, sin esperar que sea la palomita del Espíritu Santo la que baje del cielo, se pare en su cabeza, deje salir alguna sustancia de la cual usted se impregne y entonces se le hará el milagrito.
Con este prerrequisito, entonces sí las mejores energías se confabularán para guiarlo en el camino de las oportunidades buenas, favorables y honestas donde usted podrá crecer, desarrollarse y saborear las mieles del saberse útil para sus semejantes, sin importar casi el monto de los dividendos económicos que le reporte cada oportunidad , porque dentro de esta onda el billete pasa a ser algo secundario, por cuanto casi que esta sobreentendido que el estímulo llegará, vendrá…en la medida y cantidad que Dios y la vida lo dispongan para usted.
O sea que siempre será bueno. No se distraiga más en eso, pues cuentan aquellos que escriben la historia, que quienes al lograr consolidar una buena oportunidad labora, se dedican a satisfacer sus ambiciones desaforadas con patrañas retrecheras, terminan muy mal. Dijimos que las oportunidades hay que buscarlas, es cierto, ellas no lo buscan a uno. No importa salir a buscarlas con miedo, con nervios, con pena, con timidez, lo más importante es salir en su búsqueda con franca automotivación, dándose permiso, atreviéndose, queriendo mirar más allá de sus narices, y con seguridad las conseguirá cuando insiste, persiste y no se cansa de insistir.
Esa perseverancia es el chip de los verdaderos triunfadores, de los que la lucharon sin dejar de insistir ante las adversidades, y ello les dio la clave del éxito. Esto que lo entiendan sobre todo las familias de estratos medios y bajos que creen que las oportunidades de estudios superiores, formación de primer nivel o el aprendizaje de otro idioma en el exterior, eso solamente es para los hijos de los ricos que ellos ni para que soñar. FALSO, esas oportunidades afortunadamente están por montones en institutos públicos y privados, nacionales y extranjeros, pero para conseguirlos hay que salir a buscarlos optimista y persistentemente, sin atenerse a la ley del menor esfuerzo, entendiendo que del cielo no cae sino agua, rayos y truenos.
Si bien es cierto, también hay algunas coyunturas que se aparecen intempestivamente, y si usted no está pellizcado para verlas y tomarlas, pues se fregó. ¿Qué haría usted. si uno de estos días se le apareciera en las afueras de su casa una nave espacial y lo llaman un par de extraterrestres para convidarlo a dar un paseo de unas horas con ellos y mostrarles el modo de vida en su galaxia, y que si no le gusta lo que va a ver, lo regresan a su casa?. Así planteadas las cosas, sin derecho a tanta preguntadera, ¿cuántos honestamente tomarían esta oportunidad? Tranquilo si usted no quiere, con seguridad otros la tomarán, esos son los que dicen: “palante es pa ya paapá, porque las oportunidades son calvas”.
Otros son los que crean las oportunidades, las fabrican, no se resignan a verse envueltos en condiciones inferiores, su lucha fue, es y sigue siendo ardua y frontal, son los guerreros, los que creen incansablemente en sí mismos y en sus talentos y hacen empresas sin pedirle permiso a nadie, y con su tesón y persistencia las sacan adelante y triunfan; claro ejemplo nuestro son las buenas orquestas del Joe arroyo, el grupo Niche y Guayacán, entre muchos más.
