El escandalo producido por las declaraciones del estratega político brasilero, José Eduardo Cavalcanti de Mendonça, conocido como Duda Mendonça, sobre el pago que de manera oculta, recibió de la multinacional Odebrecht, para asesorar a Oscar Iván Zuluaga, en la campaña presidencial de 2014, ha empezado a crecer, primero como un simple rumor y, ahora, como una verdadera bola de nieve.
Según lo afirma Duda Mendonça, él le cobro a Zuluaga, 4.3 millones dólares, por asesorarlo, de los cuales 1.5 millones le fueron cancelados por la campaña, y el resto por la empresa Odebrecht, a través de un giro inicial de 1.6 millones de dólares, y el saldo, por medio de una transacción inmobiliaria.
Zuluaga, dice reconocer haberle cancelado a Duda Mendonça, 1.5 millones de dólares, pero desconocer que Odebrecht le hubiese cancelado el excedente de la cuantía inicialmente exigida por Mendonça. Zuluaga, sostiene que de haber sabido que Odebrecht se hubiera comprometido a cancelarle al asesor de la campaña, el excedente de lo inicialmente pedido por este, no lo hubiera permitido, porque ello estaría en contra de su moral y principios éticos.
En una palabra, que si ello ocurrió así, el jamás se enteró . Argumento, a todas luces, no creíble, porque no resulta lógico que dicha empresa se hubiera desprendido de 2 millones ochocientos mil dólares para favorecer su campaña política, y guardar silencio sobre una elevada financiación, que posteriormente pretendería cobrarse, en caso de ganar Zuluaga, con contratos del Gobierno.
De lo anterior se deduce que la inocencia alegada por Zuluaga,de que el jamás podria ser responsble de algo que no sabía, no lo cree nadie, pues tal respuesta, en este caso, adolece de toda lógica y sindéresis.
Como lo dicen los titulares del periódico El Tiempo, esta clase de negocios con Mendonça, han impactado la campaña uribista. De ahí que personajes de notoria influencia en el Centro Democrático, como Francisco Santos, Iván Duque, José Obdulio Gaviria y otros, le han pedido al expresidente Uribe, replantear cual debe ser la estrategia para escoger los precandidatos presidenciales para el 2018.
Y tan grave consideran algunos del propio Centro Democrático, lo ocurrido con este caso, que le han sugerido a Oscar Iván Zuluaga, que retire su aspiración presidencial, mientras se investiga y define el resultado, de este escándalo notoriamente bochornoso.
No deja de llamar la atención que no es el primer caso en que se ha visto involucrado Oscar Iván Zuluaga, en su condición de candidato presidencial del Centro Democrático. Recientemente logro un fallo favorable de la fiscalía, argumentando habilidosamente, a través de su abogado, que era falso que él hubiera pretendido infiltrar la campaña reeleccionista del actual presidente Juan Manuel Santos, con el propósito de desprestigiarla.
El fallo que había logrado, enbase a la declaración del exdirector del CTI, Julián Quintana, quien había dado a entender que todo había sido un montaje del Almirante Alvaro Echandía, director de la Agencia Nacional de Inteligencia (DNI), para involucrarlo con el hacker Andrés Sepúlveda, con el objeto de que perdiera las elecciones, acaba de derrumbársele, pues en reciente fallo de 67 páginas, la Fiscalía acaba de cerrar la investigación que abrió contra Echandía, con un fallo a su favor, respecto de la denuncia que le había formulado Zuluaga, en el sentido de haber infiltrado su campaña presidencial, para favorecer la reelección del actual presidente.
La Fiscalía considero que en las declaraciones del exdirector del CTI, Julián Quintana, existían muchas contradicciones. Ante la Corte Suprema, había dicho que el Almirante Echandía, le había manifestado que en la investigación había el interés de favorecer una campaña política. Y en la Fiscalía sostuvo, cuando le preguntaron sobre esa supuesta afirmación suya, que sobre ese tema, el jamás se pronunció en la Corte.
Lo pretendido por Zuluaga, se ha venido al suelo, quedando con este fallo demostrado cual es el verdadero talante del precandidato uribista, quien ya no cuenta, ni siquiera, con el respaldo de su propio movimiento político.
