De los muchos esfuerzos para fortalecer las capacidades regionales e incidir en el desarrollo de políticas públicas de empleo, el año pasado se creó en el Departamento el Observatorio Regional del Mercado de Trabajo (ORMET), una propuesta apoyada por el Ministerio de Trabajo, PNUD y DPS. Dicho proceso busca articular distintas instituciones públicas y privadas para el análisis de los principales indicadores laborales de la ciudad y el departamento, de igual manera ejecutar proyectos de caracterización económica y estudios de perfiles ocupacionales. En esa labor titánica se han desarrollado varios estudios generales y sectoriales, que develan aspectos importantes y vitales para la región. Estas investigaciones han sido lideradas por la Universidad Libre y la Universidad de Pamplona con el apoyo de las demás instituciones del ORMET, SENA, ESAP, UFPS, Unisimón, Uniminutos, Secretaria de Desarrollo Municipal, Consejo de competitividad departamental, entre otras.
Hay dos trabajos iniciales apoyados por PNUD, Mintrabajo, DPS y OIT. El primero titulado “Oportunidades de inclusión productiva para la población en pobreza extrema y desplazamiento de Cúcuta para el sector servicios” y el segundo “Análisis de perfiles ocupacionales del sector calzado”. En ambos estudios se analizó la oferta y la demanda de trabajo, para determinar la brecha entre estas dos fuerzas del mercado, y de igual forma se mira la articulación de la oferta educativa para responder a las necesidades de estos sectores (formación para el trabajo).
Quiero llamar la atención sobre dos aspectos comunes en los dos trabajos: 1) Los criterios preferentes que tienen en cuenta las empresas para lograr una vinculación exitosa son: el trabajo en equipo, la disposición para el trabajo, los valores, las habilidades, la responsabilidad, las competencias y la experiencia. 2) una oferta educativa insuficiente para cubrir las necesidades de estos sectores, y además cuellos de botellas para el acceso de las personas a estos cursos de formación. Frente al primero, las necesidades específicas y técnicas son prioritaria, pero el papel de las habilidades blandas es importante para los empresarios y hacen parte de esa dimensión de los valores, es una tendencia no solo en Cúcuta, sino también en las principales ciudades del país, tal como lo muestran los distintos estudios de perfiles ocupacionales desarrollado por los ORMET. La pregunta importante es ¿cómo se enseña esto? y ¿quién debe enseñarlo?. En segunda lugar, no sólo es necesaria la ampliación de la cobertura en formación para el trabajo (técnica o tecnológica) sino también la pertinencia y la extensión a distintas áreas de la ciudad, para cierta población que necesita dicha formación, dado que sus ingresos son bajos, credenciales escolares insuficientes, la distancia a los centros de formación es una limitante y la razón de dependencia es alta (con respecto a la familia).
Teniendo en cuenta las disfuncionalidades del mercado laboral de la ciudad, que se ve reflejada en los principales indicadores laborales, la debilidad del aparato productivo, las implicancias de la economía venezolana, etc., es importante seguir profundizando los estudios de perfiles ocupacionales, pues permite identificar las necesidades sectoriales y por ende recomendar acciones concretas; pero también se debe hacer un gran esfuerzo para la formación en habilidades blandas, cobertura y pertinencia de la formación para el trabajo,para mitigar los problemas estructurales del mercado laboral de la ciudad.