En una visita reciente a Barranquilla leí -en medio de una discusión por el cierre temporal del Teatro “Amira de la Rosa” que administra el Banco de la República- la noticia sobre la exposición en homenaje al pintor Noé León, desconocido en nuestro departamento, de donde es oriundo, pero “muy apreciado en la región Caribe”, como reza el comunicado del Banco de la República. La exposición se verificará en las propias instalaciones del Emisor y se titula “Aparente Ingenuidad: pintores primitivistas en la colección de arte del Banco de la República”.
Pero, ¿quién era Noé León? Quienes hayan leído algo, siquiera algo, sobre el famoso Grupo de Barranquilla -integrado, principalmente, por Alfonso Fuenmayor, Álvaro Cepeda Samudio, Gab riel García Márquez y Germán Vargas Cantillo- encontrarán la figura enjuta de Noé León, porque fueron algunos de los integrantes del célebre Grupo quienes lo catapultaron al estrellato.
Fueron Alfonso Fuenmayor, el cubano José “Pepe” Gómez Sicre y Alejandro Obregón quienes lo llamaron alguna vez que el pintor primitivista Noé León pasaba por el famoso bar La Cueva, en el barrio Boston, le pidieron la dirección de sus residencia y repetidamente lo visitaron en su hogar del barrio Loma Fresca. Con este apoyo sus cuadros empezaron a tener valor económico de ensueño porque “Pepe” Gómez los exponía internacionalmente, hasta que Noé León desapareció y nadie lo volvió a ver.
En mi pensión de estudiante en Barranquilla, propiedad de otro integrante del célebre Grupo -don Hernando Pérez Barros-, se comentaba que una señora sueca lo había “secuestrado”, le imponía jornadas extenuantes y nunca supo a cómo se vendían sus cuadros.
Sus últimos años fueron de precariedad económica, ceguera y olvido, hasta que murió en 1978. Un año antes, sus amigos organizaron en la citada pensión una exposición de su pintura ingenua, de la cual él fue hasta entonces su mejor exponente en Colombia, como lo fue en Francia “El aduanero Rousseau”, para recaudar fondos y coadyuvarle económicamente. Sus antiguos amigos, que siguieron viviendo en Barranquilla, con excepción de “Pepe” Gómez que siempre vivió en Nueva York, no lo volvieron a visitar. Pero fue él quien le abrió el mercado a sus colegas primitivistas, como lo recordó alguna vez Fuenmayor.
De su colección “Autobuses” rescato el “Óleo sobre madera. 1963. 29.5 x 58 cm”, sobre la flota “María Modelo”, la que siempre utilicé en mis primeros años universitarios. Hoy la flota existe pero sin los colores pintorescos y por otras rutas de la ciudad.
Qué bueno sería que nuestra sucursal del Banco de la República hiciera la diligencia para que esta exposición fuera traída a Cúcuta, a nuestra Área Cultural, y de esa manera se conozca a un hijo del departamento, nacido en Ocaña en 1907. Porque Noé León perteneció al Grupo de Barranquilla, junto con Orlando “Figurita” Rivera y Alejandro Obregón y sobre lo que hay copiosa bibliografía.