Es lo que se está viviendo en estos momentos en la ciudad de Cúcuta con el nuevo rumbo que tomó la política en la capital, con el cambio de autoridades municipales. Los perdedores viendo amenazada su supervivencia política y económica, utilizan toda clase de triquiñuelas para seguir de cualquier manera usufructuando las mieles del poder. Utilizando una mesa directiva del Concejo anterior, revocada por el libre ejercicio del sufragio y adepta a éstos(los perdedores), armó toda una trama  con visos de legalidad para hacerse a los organismos de control, Personería y Contraloría.

Como casi todas las leyes que se expiden en nuestro país, esta quedó coja y deja a los concejos que terminan sus mandatos la facultad de definir los procedimientos en la definición de la elección de estos funcionarios, a los que llegan pretenden dejarles solo la facultad de ratificar lo diseñado por los que se van. Es por ello que la elección de estos funcionarios a nivel nacional no se encuentra exenta de escándalos por lo amañado de los procesos, tutelas van y tutelas vienen, amén de denuncias disciplinarias y penales relacionadas con estos actos.

Es que un Personero y un Contralor si se utilizara noblemente en ejercer un efectivo control en beneficio de la ciudadanía como lo mandan las normas de buen gobierno, vaya y venga, como se dice, ¡perfecto!

Pero lo que se avizora en el ambiente es que  necesitan contar con el control de estos funcionarios para llevar a cabo una oposición irreflexiva, o en su caso no perder los beneficios que pretéritamente han usufructuado. Y los franco tiradores como buenos estrategas no solo se dan para el caso de la elección de los organismos de control, sino que los distribuyeron en todas direcciones, para que el efecto sea más contundente.

Contrataron un grupo de abogados encargados de buscar por todos los medios anular la elección del alcalde elegido por votación popular que va impedir que por un buen tiempo el burgomaestre gobierne con tranquilidad por cuanto tendrá que utilizar una muy buena parte de su tiempo en defenderse ante los tribunales.

Todo esto malo para la ciudad pero bueno para la oposición y a los que les gusta y gozan con el caos.  Acepten que la opinión pública eligió, mantengan una vigilancia permanente de las actuaciones de las autoridades locales ejerciendo una oposición reflexiva, señalando los desaciertos que pueda tener la administración y apoyando las que consideren de beneficio público. Es el mejor aporte que le pueden brindar a su ciudad, no  generando caos como se está haciendo en este momento poniendo palos en la rueda a una administración que apenas inicia su mandato.  Ayuden a reconstruir a nuestra querida Cúcuta que tan maltrecha la dejaron después de ocho años de desafortunadas administraciones, dejen que el alcalde entrante con libertad e independencia honre su slogan de “sí se puede”.