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Minga, migración y rebrote
Desde el Cauca arrancó la minga con más de 10 mil personas.
Viernes, 16 de Octubre de 2020

Parece que nadie recuerda que hasta hace unas semanas todos nos encontrábamos en la más estricta cuarentena, con toque de queda incluido como medida de apoyo para cumplir con el aislamiento preventivo obligatorio. Las calles vacías, los niños y los ancianos encerrados, restricciones para compras en supermercados y gestiones en entidades bancarias. Todos asustados por cuenta del coronavirus y sus letales efectos.

Lo curioso de este caso es que cuando empezaron las medidas no había sino unos cuantos contagiados, hoy Colombia está cerca del millón de contagios probados y unas 28 mil muertes. Si mantenemos la media, la relación sería catastrófica, pues si se contagian 10 millones, podríamos tener cerca de 280 mil personas muertas.

Pese a la emergencia sanitaria que aun no termina y que por el contrario amenaza con un rebrote producto de la falta de conciencia ciudadana en tomar las medidas de bioseguridad necesarias para proteger la vida, estamos observando nuevamente ocupación total en camas UCI en ciertos municipios, como Pamplona el fin de semana pasado. 

Como si fuera poco, se inició la segunda diáspora Venezolana y se estima que cerca de 300 mil venezolanos ingresen a Colombia, de los cuales algunos ya cruzaron la frontera y se encuentran camino al centro del país. Dicho por algunos migrantes, en Venezuela la situación por la covid-19 es caótica, de hambre, muerte y desolación. En la frontera no hay un plan de contingencia para impedir que los migrantes cuyas condiciones de salubridad son bajas ingresen al país, ya se observan los grupos de caminantes a lo largo de nuestras vías. Recientemente fuimos testigos de cómo varias personas debieron viajar y llegar a Cúcuta, con una persona que falleció en el mismo bus.

Adicionalmente, desde el Cauca arrancó la minga con más de 10 mil personas que sin distanciamiento y menos aun respetando las medidas de bioseguridad, se traslada por el Valle del Cauca y Quindío con destino a la capital del país. Literalmente un bomba de tiempo ambulante. Las imágenes muestran baños colectivos a chorro de manguera de los bomberos, desnudos, sin medidas de bioseguridad y apeñuscados; parece más una estrategia de contaminación masiva que un procedimiento de higiene y aseo personal.

No sé si, las autoridades de orden nacional están apostándole a la inmunización por rebaño, pero lo cierto es que la misma OMS, que tiene en gran medida culpa con lo que está pasando, ha manifestado que esa es una práctica antiética. Si lo dice la OMS, que  pareciera no tener hígado, es que la cosa es terrible. Pero en el país del Sagrado Corazón esto poco o nada importa.

Lo cierto es que soplan con fuerza vientos de rebrote con consecuencias funestas, ojalá las autoridades no reaccionen tarde ante tantas circunstancias anómalas y se pierda el esfuerzo inicial que tanto sacrificio nos costó. Mientras el coronavirus busca donde alojarse, en Colombia le ofrecemos minga, migraciones y rebrote.

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