No todas las influencias políticas y las económicas que han venido del sur han sido malas. Las ha habido también buenas. Sí, como los vientos alisios que hacen el bien o el mal según su fuerza. Lo grave ha sido los que subieron el mal, pues superarlos ha sido difícil y se nos volvió endémico. Como el populismo y la inflación, que va y vuelve en América latina.
Sí, como el peronismo que lleva 77 años sin superarse. No importa todos los vestidos que le han puesto con militares y civiles y las terribles remeras de los subsidios que indisciplinan las masas, les anestesian la productividad e incitan a la violencia vandálica, como los vientos que empezaron y continúan desde mediados de la segunda década del XXI.
Hay que mirar los que pasa en Argentina con inflación por encima del 60%, el nuevo ciclo chileno de Boric, la anarquía Peruana con Sombrero de ineptitud y las incertidumbres de Brasil desde “Lula”. Todo se está derrumbando para volver a empezar, en esa carrera del dominó, derribando fichas para volverlas a levantar. Entre tanto cunde el pánico. Solo basta mirar hacia abajo.
Medidas precipitadas ante tanta incertidumbre. Fernández en Argentina y su equipo asesor se inventó controlar administrativamente 1450 productos de primera y segunda necesidad sin resultados a la vista. Todo parece indicar que, si sigue el camino represivo, llegaran a una economía de guerra, según nuestro Columnista independiente Eduardo Palacio del Espectador. La especulación de los vivos sigue en firme, pues la necesidad del consumo, como dicen los paisas, tiene cara de perro.
Toda América Latina está ante una situación de deuda externa en este momento casi impagable. La horca del FMI comenzará a funcionar, empezando por la Argentina estimada en US$ 50.000 millones. Estamos frente a la realidad que han dejado 77 años de populismo, que subió como los vientos alisios. Para colmo de males, nuestros candidatos están tratando de imitar en materia pensional, las malas ideas de Cristina Kirchner, nacionalizándola con un criterio populista.
Grave también que imitemos a los países del sur, que nos envían en esos vientos Alisios, soluciones populistas como la comenzar a emisiones de papel moneda para aumentar la inflación.
¿Qué nos enviará Boric desde Chile? Los Impuestos verdes y a la riqueza, a el transporte que usa combustibles fósiles, los recursos tributarios para hacerse cargo de las justas demandas sociales con nuevos recursos tributarios, con gravámenes a los altos salarios. ¿Unas medidas solo populistas?
Adenda: ¿Los vientos Alisios ya llegaron a la Campaña de Gustavo Petro?
