Algunos son profesionales de la construcción y otros simplemente son testaferros de los empresarios que han amasado sus fortunas con hipotecas imposibles de pagar y que en la mayoría de los casos se quedan con las viviendas a precios irrisorios.
Ellos se hacen visibles en temporadas electorales y frecuentan las cafeterías del centro de la ciudad con actitudes soberbias y hasta humillantes.
Las ´víctimas´ preferidas son los candidatos a la alcaldía con mayores opciones y el que sea favorecido por los electores , legal o ilegalmente, debe pagar los préstamos con contratos leoninos en los primeros meses de su mandato, si es que el convenio no incluye algunas de las secretarías municipales, dependiendo del monto de las transacciones previas.
Por la razón anterior, la mayoría de las obras son de pésima calidad porque a los contratistas lo único que les importa es recuperar la ´inversión´, con intereses incluidos, que no se bajan del 30%, como si se tratara de los cuestionados préstamos “gota a gota” o “paga diario”.
Y esta práctica ilícita, poco es investigada por la justicia regular y la electoral, y es el punto de partida de la cadena de corrupción electoral, porque de ella no solo se derivan los altos costos de la publicidad y la logística, sino de la compra de votos en los sectores periféricos y humildes, donde en comicios anteriores han sido grabados dirigentes políticos con tulas llenas de dinero y nunca han sido judicializados.
Como si tratara de vulgares prestamistas, en el primer año de la administración, varios alcaldes han sido presionados y atacados a través de los noticieros radiofónicos cuando se demoran en cumplir con los pactos económicos y políticos acordados con antelación.
Si las normas electorales se hicieran cumplir, sobre todo las relacionadas con la financiación de los candidatos,¿ qué pasaría con los engreídos usureros que fungen de caballeros y personas pertenecientes a altos estratos sociales?
De ese dinero maldito se mantienen los ´”agentes electoreros”, los que presumen de contar con un cuantioso capital de votantes y lo que hacen es comprar las decisiones de la gente iletrada y pobre , sin llevar contabilidad ni justificar los egresos, pero si asegurando muchos millones de pesos por la sucia actividad que desempeñan siempre que hay actividad comicial.
A ese tipo de ´buitres´ le basta con lo recolectado en cada elección para vivir con holgura y cierto estatus señorial en los mejores barrios, con carros de alta gama, con viajes a Miami y parrandas frecuentes con conjuntos vallenatos y whisky fino incluido.
Y no es de extrañar que algunos de estos avivatos, aprovechando el poder de sus jefes políticos, hayan asegurado altas pensiones fraudulentamente , y que de manera cínica se rían de las desgracias de sus copartidarios.
Dentro de quince días conoceremos al nuevo alcalde de nuestro municipio y seguramente que nunca sabremos la cantidad de miles de millones de pesos invertidos y mucho menos sus acreedores, ojalá que entre ellos no estén los representantes de los empresarios que intenten adueñarse de la prestación de los servicios públicos de acueducto, aseo y alcantarillado.
Lo que si será cierto es que el nuevo mandatario contará con el acoso de los agiotistas electoreros y tendrá felices a los intermediarios de los votantes, seguramente planeando un viaje a Europa con sus familias.