Ahora el lunes en la Cámara de Representantes casi hay un duelo al mejor estilo del oeste, como el clásico de John Sturges: “Gunfight at The corral”, que en una mala traducción vimos en la adolescencia como “Duelo de Titanes”.
Sí, un duelo entre un ocañero y un Cucuteño ambos de armas tomar. Un duelo absurdo como los del extraño mundo de Subuso, en el que cada pistolero ve las cosas como le conviene, con una miopía casi animal, adobando su buen futuro electoral de esa manera extraña.
En la reyerta, el retador desafiando al otro con su Colt seis tiros, le dispara reproches absolutamente desorbitados, como que el desafiado Ocañero, votó en contra una proposición en una de las cámaras, que tenía por objeto impedir el cobro del cambio de los medidores de agua.
Absurdo pretender reformar la Constitución Política, la ley 142 de 1994 de Servicios Públicos Domiciliarios o los contratos de concesión firmados, con una proposición, solo con el pobre argumento que estaba acompañada por todos los partidos. ¿En dónde estamos?
La Constitución Política que regla su reforma en los artículos que van del 375 al 379 por ninguna parte menciona, para tal efecto, las proposiciones aprobadas en las cámaras.
Las Leyes conforme a los artículos que van del 150 al 155 superiores, tampoco mencionan su reforma o revocatoria mediante la aprobación de una proposición.
Los contratos Estatales como lo indica la ley 80 de 1993 o según su clausulas, tampoco se reforman con la aprobación de una proposición en alguna de las cámaras del congreso de la república.
Y absurdo que el ocañero retado, si es cierto que lo dijo, defienda el contrato 030 de 207 de Aguas Kpital S A ESP, viciado de nulidad desde su matriz, como es el Convenio de Desempeño firmado con el Ministerio de Hacienda y Crédito Público en el mismo año. Hace mucho tiempo los veedores públicos, el periodismo radial y el escrito nos tienen enterados de tamañas deficiencias.
Muchos columnistas de opinión, les hemos advertido de todas esas falencias a los representes de la reyerta y en esos 15 años, se han hecho los de la vista gorda, por aquello de las albricias.
Así, que los honorables “Gunmen”, pueden guardar sus inútiles pistolas y a estudiar y reflexionar con serenidad sobre nuestros problemas pero con la vista flaca. De pronto los reeligen.
Pero es bueno que vengan aquí a la arena municipal, entérense jurídicamente sobre tantas falencias del cascarón municipal y como cualquier Juan Guillermo Cuadrado ¡échense al hombro al municipio de Cúcuta! Sí, porque en Colombia se ha demostrado que nadie es insustituible.
Adenda: Los privilegiados del paro nacional y el Covid, firmaron un acuerdo de muerte. La curva sube.