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Los límites arcifinios
La reacción arbitraria y despótica del poder ya se anuncia con odios y “vendetta” irreparables.
Miércoles, 16 de Diciembre de 2015

No tienen por qué sentirse los asesores jurídicos de la dirigencia regional y local, por mi afirmación que se acabó la emergencia económica, social y ambiental que nos regaló el Presidente por 90 días. No conozco decreto alguno que haya declarado una nueva y mal podía ir hasta el 31 de Diciembre. El Decreto 1770 que la declaró, tiene fecha 7 de Septiembre y en el Artículo segundo la declaró  por 30 días calendario. Es el Artículo 215 de la Constitución afirma que sumados no podrá exceder de 90 días. Así que venció el día de las “velitas” y como decimos en Gramalote y Lourdes. “A quejarse al tambor mayor”.

Creo que tendremos la quinta declaración de emergencia en abril o mayo de 2016. El cinco de enero instalada la Asamblea Nacional de Venezuela con mayoría de la oposición democrática,  habrá choque de trenes entre el legislativo y los dos poderes restantes: el ejecutivo y el judicial, socialistas del siglo XXI. La reacción arbitraria y despótica del poder ya se anuncia con odios y “vendetta” irreparables. La nueva persecución a los Colombianos producirá otra expulsión por Cúcuta y su área metropolitana; la única exclusa que les ofrece servicios mal o bien prestados. Entonces preparémonos y que no suceda los que nos acaba de pasar.

Preparar por ejemplo el Decreto de la Declaración de emergencia. La experiencia de haber recibido por nuestra puerta-exclusa casi 15.000 deportados y expulsados, nos debe llevar a exigir la reducción de la declaratoria solo a Cúcuta y el Área Metropolitana. Acaso ¿Cuántos de esos 15.000  se asentaron o exigieron servicios, empleo, subsidios, vivienda, mercados y carpas: en Jagua de Ibirico, Juan del Fonseca, Barrancas, Albania, Uribía, Hato Nuevo, Manaure, Balcón de la Paz, Codazzi, Becerril, Chiriguanà, Curumanì, Convención, El Carmen, Salazar de las Palmas, Cravo Norte, Curumaribo e Inírida?

La inclusión de territorio y poblaciones que no son frontera, impide que el Gobierno tome en serio medidas para conjurar la crisis en el Área Metropolitana de Cúcuta que es la receptora de los miles de colombianos perseguidos, de los cuales el 50% se quedan aquí acrecentando “la exclusión”. Y conjurar nuestra crisis, es realizar inversión de carácter estructural, para concretar y realizar nuestro nuevo modelo de desarrollo agroindustrial.

Ahora, definir ese nuevo modelo, es una labor viable y rápida, pues nuestra crisis regional, está súper observada, o al menos esas son las cifras que conocemos. Un modelo que sin excluir el comercial de vieja data, lo deje como subsidiario, pues los ciclos económicos, como las teorías, van y vienen al soplo de los vientos. El café por ejemplo que nos dio oxígeno a los colombianos  por casi una centuria, superado por la minero- energía como renglón de exportaciones, hoy vuelve a ser “comodín” de equilibrio, ante la caída del precio del petróleo. Recuperada la democracia en Venezuela, en un ciclo de tres lustros, será mercado comercial nuevamente,  para nosotros crecer más.

Dos lustros para que Venezuela salga del 6.7 negativo de crecimiento, de ese 73% de Pobreza en que la tiene la Revolución “madurista”, de la desbordada inflación calculada en el 800% para 2016.

La nueva emergencia que nos llegará más temprano que tarde, nos debe encontrar prevenidos para exigir todo lo que el Artículo 215 de La Constitución Política le da al Presidente. Realizar importantes traslados presupuestales, para realizar Cìnera, uno o dos lagos turísticos en el Peralonso y el Pamplonita, Conectarnos al Tubo matriz gasífero de Colombia, obtener los traslados presupuestales para terminar los tramos de la central del Norte, Pamplona –Málaga- Bogotá y acceder a un mercado de 8 millones de consumidores de nuestra producción y modificar los planes de los megaproyectos y los de la 2ª y 3ª  ola y  se realicen a la mayor brevedad.

Sobra agregar, que en todo el mundo son municipios fronterizos, los únicos que están en el lindero arcifinio. Incluir a los que no son fronterizos,  es politiquería baja para hacer demagogia. Arcifinio dice el Diccionario de la RAE es: “el límite natural de la frontera terrestre”, que además definimos con Venezuela desde el Laudo Arbitral de 1891. Afirmar que Salazar, el Zulia, Convención son limítrofes, lejos del arcifinio, es hacer el ridículo y dañar el conjuro de la crisis. Con mayor razón los municipios del César a cientos de kilómetros del límite arcifinio o del imaginario, o Inírida y La Guajira, que no reciben deportados, ni expulsados.

 

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