La materialización de lo deseable nunca ha sido fácil en política, menos aún en una ciudad tan compleja pero a la vez tan fascinante como Cúcuta. Pese a ello propondré los tres hechos más deseables para la ciudad en el corto plazo:

1. La revisión a fondo de la forma como el actual Concejo está desarrollando el concurso de méritos para la elección del personero municipal y la convocatoria pública para la elección del contralor municipal.

El Alcalde y el Concejo venideros tendrán que resolver los siguientes interrogantes y tomar las medidas jurídicas necesarias en lo relacionado con la elección del personero y contralor: ¿tenía facultad jurídica el Concejo para contratar a la CUN cuando había instituciones como la ESAP que hubiesen hecho el procedimiento de selección del personero de forma gratuita?, ¿se daría en este caso un posible detrimento patrimonial para el municipio?, ¿las etapas de selección que desarrolló la CUN para determinar la calificación general fueron hechas de forma objetiva, sin vulnerar el debido proceso, la buena fe, la confianza legítima, entre otros principios?, ¿podía el Concejo usar la interpretación analógica para fundamentar la contratación de la CUN cuando existe una norma expresa en el Acto Legislativo No. 2 de 2015 que establece que los contralores municipales serán elegidos por el Concejo respectivo a través de convocatoria pública de acuerdo a la Ley?, ¿no se desprende de dicha norma la obligación jurídica del concejo de hacerlo directamente sin tener que acudir a instituciones de educación?; entre muchos otros interrogantes que seguro surgirán.

2. La consolidación de una administración municipal que revierta la mala imagen que tiene la clase política en nuestra ciudad, invitando a todos los sectores políticos, económicos y sociales a la construcción de un nuevo porvenir. 

En este punto la construcción de un plan de desarrollo municipal –coincidente con los planes de desarrollo departamental y nacional- debe involucrar temas trascendentales como: el mejoramiento de la infraestructura turística y la consolidación de una ruta turística para Cúcuta; la revisión del estatuto tributario municipal que incentive la inversión privada, proteja la actual clase empresarial y promueva empleo, en especial se revise el impuesto predial y el impuesto de alumbrado público; la discusión y aprobación del manual de espacio público y del nuevo POT para adaptarlo a los estándares internacionales ambientales, de uso apropiado del suelo, de protección del espacio público, entre otros; la construcción de vivienda planificada en sectores con acceso a bienes públicos municipales; el fortalecimiento de la política de educación de mejores escuelas y más educación de calidad con la jornada única escolar; la consolidación de una ciudad segura que promueva la convivencia pacífica de cara a la etapa del posconflicto que se avecina; entre muchos otros temas. 

3. La apertura de la frontera entre Colombia y Venezuela. Se calcula que más del 70% del comercio en ciudades como San Antonio y Ureña están al borde de la quiebra, y para el caso de Cúcuta y nuestro departamento existe la imposibilidad de desarrollar el comercio transfronterizo que otrora hacían de esta frontera una de las más importantes del continente. La nueva Asamblea Legislativa en Venezuela será una gran aliada en la consolidación de una verdadera frontera que promueva el desarrollo socio-económico bilateral.

Es indudable que los anteriores hechos son debatibles en cuanto a si son o no los más deseables en el corto plazo pero a mi parecer siempre serán condiciones necesarias para un verdadero desarrollo armonioso para nuestra ciudad y departamento.