Ya estamos a cuatro meses de afrontar una nueva elección de alcalde para Cúcuta y las campañas avanzan por todos los rincones de la ciudad, la publicidad, las concentraciones masivas y las notas políticas en el periódico pasan a ser el pan de cada día en la ciudad, ¿pero de fondo que hay?

En los últimos años Cúcuta ha tenido alcaldes de corte popular y político, con unos resultados poco deseables para una ciudad tan importante como la nuestra, que debería ocupar los primeros lugares en desarrollo a nivel nacional, pero la realidad ha sido otra. ¿Qué será lo que necesitamos? ¿Cuál es el perfil idóneo para asumir el reto y sacar a Cúcuta de los deshonrosos últimos lugares en las cifras de desempleo y de los primeros en violencia?

Por el momento tenemos una baraja amplia de candidatos, pero creo por lo que están mostrando que es más de lo mismo. 

Ex secretarios de las últimas tres administraciones, y más preocupante aún, es que hayan pasado por dos alcaldías sin pena ni gloria y cambian de partido como cambiarse de ropa interior. 

Pienso que estas prácticas son dañinas para la ciudad y muestran un claro interés personal o de grupo, más que un interés real por salir de la crisis en que está sumida la ciudad.

Me gustaría que los cucuteños le demos la oportunidad a una persona que reúna lo mejor de cada perfil de los mencionados en el título de esta columna, que conozca la ciudad y sus comunidades, que tenga la capacidad de gerenciar y administrar los escasos recursos públicos,  pero que también tenga suficiente respaldo político a nivel nacional para llegar al gobierno central y ser escuchado, no podemos seguir siendo una ciudad de segunda categoría a la que solo se le dan paños de agua tibia cada vez que nos quejamos, y que sigue ávida de soluciones reales para tantos problemas estructurales que tenemos.

Hablemos claro, solamente con risitas y caritas bonitas no vamos a lograr conseguir los recursos necesarios, y mucho menos cuando algunos que quieren llegar a la alcaldía han demostrado su ineficacia en otras administraciones. 

No podemos permitir que la política sea un simple negocio, debemos recuperar el valor de la alcaldía y lo que eso significa para la ciudad. 

Personalmente quiero un alcalde que conozca los problemas de la ciudad, pero no por politiquero; quiero un alcalde que sepa administrar, pero no administrar los recursos públicos para él y sus amigos; quiero un alcalde que conozca las comunidades y entienda a la gente, pero no pidiéndoles firmas ni prometiendo más casas en el aire. 

Cúcuta merece mucho más, y es por eso que prefiero una cara nueva como nuevo alcalde de Cúcuta y no un político de carrera que cuando ha tenido la oportunidad de trabajar por la ciudad en otras alcaldías, solo han pensado en su capital político para seguir escalando sin importar la verdadera razón por las que están ahí, que es la de trabajar con verraquera por nuestra ciudad.

@andrescla