El mundo de la información está muy preocupado por la aparición, cada vez mas frecuente, de noticias falsas a través de las redes sociales que se encuentran al alcance de cualquier persona para construir historias que salen de la imaginación y no de la realidad, y que es colocada en circulación con el ánimo de generar confusión, de causar daño y de desinformar a los lectores.
Con la enorme capacidad de acceso a las redes que hoy existe, la gente vive pegada a las pantallas de los computadores y de los celulares leyendo todo lo que va apareciendo, muchas veces sin caer en la cuenta de que lo que aparece publicado no tiene ningún respaldo de veracidad y no consulta ni cita alguna fuente.
Sin embargo esas informaciones atrapan incautos, que sorprendidos por lo que leen, rápidamente reproducen los contenidos produciendo un efecto multiplicador de inmediato. Pero también los lectores perversos encuentran la oportunidad de hacer daño y con cierto morbo comienzan a reproducir, a sabiendas de que esa información no tiene ningún asidero y de esta forma van inundando las redes a una velocidad sorprendente.
Lo peligroso de esta práctica se puede observar en épocas electorales, en donde la pasión de los seguidores hace que sea un terreno abonado para dar rienda suelta a esta clase de información, que sin duda produce efectos en la opinión y tergiversa la realidad del escenario político, así como la reputación de las personas involucradas.
En Colombia estamos frente a esta situación, en medio de un proceso electoral extremadamente competido y complejo, en donde además concurren pasiones desenfrenadas que hacen aflorar la pasión, la perversidad y el dolo. “Si es contra el que yo no quiero, bienvenido en contenido” pareciera ser la expresión en muchas personas en donde el ardor pesa sobre cualquier otro presupuesto.
Los organismos encargados de regular las comunicaciones deberán estar muy alertas para hacer los seguimientos frente a las informaciones falsas, de tal manera que sea posible no solo bloquear oportunamente esa clase de contenidos, sino también hacer los seguimientos del caso, que con las tecnologías disponibles no es tarea difícil, y en la medida en que se pueda detener a los falsarios, el ejemplo hará cundir una conducta apropiada para la información disponible.