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La profesión de los comediantes
Detrás del cuenta chistes debe haber un gran equipo.
Viernes, 31 de Marzo de 2023

Mucho se ha escrito sobre los cuenta chistes. Aquellas personas que tienen que ganarse la vida con el arte de sacar risas en los demás o por lo menos hacerse los graciosos. Pero definitivamente no debe ser una profesión nada fácil.

Es probable que se comience desde niño, cuando en el colegio se convierte en el “payaso” de la clase, el que a todo le saca una broma, imita perfectamente a los profesores y es el autor de travesuras bochornosas que sus compañeros celebran, hasta que algún directivo amenaza con poner cero a todo el salón si no aparece el autor de la fechoría, y es delatado por sus compañeros, pero bueno, eso forma parte de este oficio tan mal pagado.Sin embargo, siempre guardamos en la memoria la imagen de ese colega que nos hizo tan divertido el paso por bachillerato.

Pero no basta con ser gracioso cuando pequeño, si se quiere, o le toca dedicarse a esto, hay que cultivar el arte, estudiar teatro, mirarse en el espejo y mejorar la posición del cuerpo, las manos, los gestos, en fin, lo que se conoce como lenguaje no verbal, además del manejo de la voz. Si existe talento para hacer reír, se debe perfeccionar. Aun así, la profesión termina siendo ingrata, por ejemplo, si lo comparamos con un cantante exitoso, el público siempre espera por la misma canción que le llevó a la fama, y cada vez que se presente le van a pedir que la cante de nuevo, pero con el comediante no es así, el chiste ya contado no puede ser repetido. No vamos a encontrar en su show a la gente gritándole “cuente el del borracho”, o “ahora el del cura”, si no renueva su repertorio con frecuencia, el fracaso le llega muy rápido. El mundo actual tampoco les ayuda, porque las personas graban su espectáculo con el teléfono y, el comediante pierde la gracia al ser escuchado de nuevo con el mismo cuento, por lo que, lo correcto sería cambiar todo el repertorio cada vez que sale a escena.

Esto ha hecho que se desarrolle un tipo de comedia que yo llamaría “en tiempo real”, es decir, al igual que en el colegio, se le saca jugo a los acontecimientos diarios, afortunadamente los políticos ayudan bastante, porque con frecuencia hacen declaraciones impactantes o se ven involucrados en hechos inesperados que permiten a los comediantes de política hacer de las suyas.

Otro grupo opta por los recuerdos. Relatan de manera jocosa los acontecimientos que pasamos cuando niños, en esa época donde nos daban “juete”, o viajábamos en la parte de atrás del jeep por más de 24 horas para la costa, cuando no se aplicaba mucho esto de los derechos humanos y nos hacían acoso en el colegio, sin saber que eso se llamaba así, ypor extraño que parezca, recordar esa desgracia ahora nos causa risa.

Detrás del cuenta chistes debe haber un equipo de producción que le escriba los guiones, le asesore en sus coreografías, le genere la creatividad, etc., nada sencillo y mucho menos barato.

Si se siente triste, lo engañó la novia, murió un familiar o es víctima de cualquier desgracia emocional, debe salir a escena y dar lo mejor de sí, lo que sin duda se va aprendiendo con el oficio, además, el umbral de la vergüenza debe estar muy alto, porque hay un público difícil que termina burlándose y riéndose del chistoso y no del chiste, pero hay que seguir adelante, porque en el mundo del espectáculo: “el show debe continuar”.

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