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La Comisión Pajiza
Vale decir que la comisión aquí funciona, como fue concebida originalmente, con integrantes todos del sector público.
Miércoles, 13 de Abril de 2016

“Masturbarse es hacer el amor con la persona que más quieres”.
Woody Allen.

Ayer, en los programas informativos locales de la radio, fuimos enterados que existe una Comisión Regional de Moralización de Norte de Santander y que la Procuraduría Regional ejerce su presidencia. Que su existencia es de vieja data. Que, además, la integran la Contraloría Municipal de Cúcuta, el director  regional de la  Fiscalía General de la Nación y el Consejo Seccional de la Judicatura que están encargados de aplicar y poner en marcha los lineamientos de la Comisión Nacional de Moralización orientados a la prevención, investigación y sanción de la corrupción en el departamento.

Vale decir que la comisión aquí funciona, como fue concebida originalmente, con integrantes todos del sector público. Yo con yo. El presidente y sus ministros, presidentes de las altas cortes, la Fiscalía, la Procuraduría, la Contraloría General, la Judicatura. Yo me vigilo, yo me investigo, yo me controlo, yo me sanciono, yo me encubro, yo engaveto, yo prevarico.

Andrés Pastrana miró y observó que tal como crecía la corrupción, era bueno sacarla de ese ejercicio del “yo con yo”, y produjo el Decreto 978 de 1999 que reestructuró la onanista comisión y le agregó una comisión ciudadana, por cierto muy numerosa, con gremios organizaciones sociales y gente, mucha gente de control social.

Esa subcomisión ciudadana funciona en todas partes menos aquí. En todas partes asisten los contralores comunitarios y los auditores comunitarios, auspiciados por los órganos de control, menos aquí. En todas partes, a la Comisión de Moralización invitan a los medios de comunicación, en especial a los críticos de la gestión pública, menos aquí.

La Comisión de Moralización Regional es onanista, es “pajiza”, se reúne como el club del incensario, a autoalabarse, autoelogiarse, autosatisfacerse y listo: Somos el departamento más pulcro del país. Lo cual no es cierto.

El otro día escribí una columna que titulé: “El Doctor Perdimos”. Sí, vino por un día el vicefiscal y ahora  posible nuevo Fiscal General, nos dio “coba”,  denunciamos cosas muy graves, aportamos documentos, prometió en quince días enviar su “brigada Ligera” para ampliar los denuncios, y jamás volvió.

Meses más tarde envió los denuncios y se quedó con las pruebas documentales anexas, así que nunca hemos podido ampliar debidamente los denuncios. Descubrimos que el vicefiscal también engaveta.

Hay denuncios muy graves hechos desde 2012, que siguen engavetados y la Fiscalía regional se agacha y guarda.

Por ello es bueno que la Comisión Regional de Transparencia incluya la subcomisión ciudadana, salga del onanismo, así se quieran mucho entre ellos.  

Adenda: Muy lamentable lo que revela el fallo reciente del Consejo de Estado. La magistratura regional y el notariado deberían pronunciarse.

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