La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Columnistas
Justicia: a veces pasan cosas...
Abordar el tema de la justicia, valía la pena esa pequeña inversión.
Miércoles, 2 de Marzo de 2016

La Teoría de la Justicia de  John Rawls era un libro que antes de que me echaran de la Universidad Libre, les recomendaba a los “pilos” de Ciencia Política y de estudios constitucionales. Algunos lo compraban aunque casi todos tenían capacidad económica, pues esa academia recibe en su mayoría alumnos de clase media y media alta.

Abordar el tema de la justicia, valía la pena esa pequeña inversión. Y se valora el libro hoy, que hasta a los jueces de las pequeñas causas y los de la jurisdicción penal, se convierten en jueces constitucionales. Ese libro y los de Gustavo Zagrebelsky, son fundamentales para que los inexpertos jueces constitucionales se iluminen y dejen de producir fallos instintivos y primarios.

Alejados de la Justicia como imparcialidad, la justicia formal y la igualdad democrática, el principio de la diferencia y el de la tolerancia, el de la igualdad de oportunidades y la justicia procesal que es la última porque primero está la sustantiva.

Algunos honorables concejales actuales, que fueron mis alumnos estudiaron e investigaron esos textos, porque se les asignaban tareas, por cierto que algunos de ellos fueron “descrestadores” estudiantes, de esos que van  por  la cabeza del profe, para armar interesantes tierreros en el aula.

Por eso nos resultó extraño el comportamiento de los jóvenes y Primíparos concejales de quienes aún, esperamos mucho.

El italiano Zagrebelsky, también estuvo en manos de los que hoy son jóvenes jueces, que así estén en disciplinas laborales, penales, civiles, comerciales o de pequeñas causas deben recordar. Hoy los principios y las nociones de libertad y de justicia, se palpan en la realidad no en las abstracciones del viejo cauce francés. El hambre está en las calles, en los cruces de frontera, en las invasiones y en las riberas de los ríos que son colchón de las miserias de los excluidos del aparato del Estado, del Libre Mercado y de la ilegalidad poderosa. Y en la calle y en las supercarreteras, en trochas y caminos está tirada la dignidad del hombre. Los casos reales de la vida son los que deben guiar la aplicación de la ley en los jueces constitucionales.

Jueces y concejales, decía el otro día, deben ser más mesurados, más discretos, más cercanos a la prudencia que es la mejor expresión de la sabiduría y así, no recibirán los portazos que en su nariz dan los jueces que rectifican, loe errores de vanidad y protagonismo de los soberbios.

En la medida que la lectura de estos textos, penetre en nuestros jóvenes concejales y jueces, más fácilmente se realiza el Estado Social de Derecho, que está por encima de ambiciones personales que lo des institucionalizan.

Adenda. Qué bueno fuera que en materia de Derecho Penal, nuestros Jueces y Comunicadores sociales  vieran la serie “Makin a murderer”, para que comprendan otro tipo de equivocaciones judiciales, que la historia va rectificando a costa de la condena de inocentes, que los medios alimentan sin sentido.

Temas del Día