Una de las problemáticas que viven los migrantes en Colombia es la falta de oportunidades para conseguir un empleo formal y estable. Los resultados de la encuesta Pulso de la Migración, elaborada por el DANE, lo reflejan: más del 80% de esta población trabaja por medio de un contrato verbal, es decir sin prestaciones de ley y duplicando las horas laboradas.
¿Qué podemos hacer desde el sector privado para contribuir ante este panorama y generar crecimiento y ventajas competitivas para las empresas? El camino está en la inclusión laboral y social. Las empresas tenemos una demanda de talento humano que a veces no logramos suplir con la oferta del mercado. Por eso, estableciendo esquemas de inclusión laboral y social, podemos identificar y cualificar a poblaciones vulnerables para que desempeñen los roles requeridos, a la vez que contribuimos al cierre de la brecha social.
Esta no debe ser una tarea que debamos emprender solos, a partir de alianzas entre actores del sector privado y de la cooperación internacional podemos facilitar una vinculación formal y obtener un resultado efectivo en los objetivos del negocio y nuestro aporte a la sociedad. Y es que, una empresa más equitativa, diversa e incluyente desarrolla mejores prácticas laborales, mejora los indicadores de atracción y disminuye las tasas de rotación en las diferentes áreas.
De la misma manera, promover la inclusión de población migrante legalmente hábil para trabajar, permitirá en el mediano y largo plazo consolidar los valores íntegros de las compañías, contribuyendo al cumplimiento de las metas establecidas ya que, con el pasar del tiempo, se desarrolla un sentido de pertenencia el cual se puede trasladar a la prestación de un buen servicio al cliente e incremento en la productividad. Además, se fortalece el clima laboral con la promoción de una empresa multicultural en el que todos aportan desde su diversidad.
Por ejemplo, desde Claro por Colombia, estrategia de sostenibilidad de la compañía, diseñamos la Ruta de Inclusión Social y Laboral de población vulnerable, en alianza con actores estratégicos como la Embajada de Canadá, CUSO Internacional, las Agencias de Empleo y Emprendimiento, nuestras empresas proveedoras y aliadas y nuestra Universidad Claro, con la cual hemos logrado que más de 500 personas en situación de vulnerabilidad, entre hombres y mujeres migrantes, hayan accedido a un empleo formal.
Sin duda, la inclusión es una oportunidad para las empresas, ya que es una competencia positiva para generar cambio en la estructura laboral del sector privado. Aprovechando las alianzas y el trabajo en equipo de diferentes entidades para derribar las barreras y obstáculos que se puedan presentar al momento de la vinculación laboral. En nuestro caso particular, hemos logrado transformar vidas con la tecnología y la inclusión, consolidando un modelo de negocio cada día más sostenible.
(*)Gerente Claro por Colombia
María Consuelo Castro