A pocos días de comparecer nuevamente a una sala de audiencias, para responder por el supuesto delito de injuria, siento mucha tranquilidad, primero, porque ahora más que nunca sè que tengo las razones suficientes para cuestionar el comportamiento de un empleado público, que así no quiera reconocerlo , se equivocó en varias oportunidades, las mismas que me valieron sus demandas.
La calma y satisfacción que me acompañan, obedecen también a las multitudinarias expresiones de respaldo y cariño que me profesaron, a través de los medios de comunicación y las redes sociales.
Nunca imaginé que mis alumnos, ex alumnos, ex compañeros de colegio y universidad, colegas, lectores, oyentes, amigos y familiares, me apreciaran tanto. Los mensajes de solidaridad y cariño los sigo escuchando y leyendo.
Mi gratitud por la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP, que desde el momento en que empezaron las demandas, siempre ha estado muy pendiente para asistirme y asesorarme.
Como lo expresé de manera categórica ante la Fiscalía, durante las dos audiencias de conciliación a que me citaron, no estoy dispuesto a retractarme, porque sería como si yo renunciara a la formación ética que obtuve en la Universidad, en la etapa de formación como Comunicador Social-Periodista.
Si me toca ir a la cárcel por el supuesto delito que cometí al cuestionar algunas acciones del entonces secretario de educación municipal, lo haría con la valentía necesaria, en el caso que el juez decidiera , no que soy culpable, sino que me equivoqué al afectar la honra del señor que me demandó en tres ocasiones consecutivas.
Para conocimiento de mis lectores , procedo a recordar los hechos irregulares del ex secretario de educación municipal:
En junio del año 2012, quienes me acompañaron en la junta directiva provisional de la Corporación de Ferias, Fiestas, Cultura y Turismo, de este municipio, fueron testigos de la manera sistemática como mi demandante, fungiendo como representante de la Alcaldía, se dedicó a obstaculizar y boicotear el funcionamiento de dicha entidad.
En octubre del mismo año, el ex secretario municipal de educación, en un partido de fútbol que se disputada en la cancha de La Primavera le escupió en la cara a un árbitro, por sancionarle una conducta antideportiva.
En diciembre del primer año de gobierno del alcalde Sánchez Clavijo, el mismo funcionario se dedicó a promocionar un licor elaborado por una microempresa familiar, sin que nadie se atreviera a criticar tan contradictoria actitud.
Como lo pueden notar, en ninguno de los tres casos se ha inventado o exagerado algo, y por el contrario, todos son del conocimiento público, y hay los testigos suficientes, que están dispuestos a declarar.
La segunda audiencia de imputación de cargos fue programada para el martes 20 del mes en curso, luego que en la primera, la fiscal del caso, en común acuerdo con el demandante, le solicitaran al juez penal el respectivo aplazamiento.
Salvo que mi apoderado decida algo diferente, acudiré a la sala de audiencias asignada en el palacio de justicia municipal, con la tranquilidad y seguridad que me proporcionan la verdad.