Dicen algunos antropólogos y sociólogos que el Homo -especie homo sapiens- fue evolucionando de manera progresiva hasta imponerse frente a las demás especies humanas que existieron en alguna época remota en el planeta hace al menos dos millones de años del tiempo presente. 

En efecto, el homo sapiens no solo se diferenciaba de las demás especies humanas por su inteligencia y capacidad creativa para trabajar en grupo sino también por lograr el gran hito de la revolución cognitiva: el lenguaje ficticio del relato o mito.

El homo sapiens ha prevalecido sobre los demás géneros de animales y plantas del planeta por la capacidad inventiva para crear ficciones o relatos que han posibilitado las integraciones sociales humanas en lo que se podría denominar la semilla del cooperativismo. Estos relatos han creado historias fantásticas como dioses, creencias, religiones, costumbres, leyendas, etc. Historias que han sido vitales para generar de manera progresiva las sociedades actuales que nos rigen.

De acuerdo a lo anterior ¿podríamos decir que conceptos como democracia, capitalismo o Estado son relatos o ficciones importantes para organizar y garantizar la cohesión interna en la sociedad? Por ejemplo ¿el relato más reciente de la lucha contra la corrupción que tantos efectos importantes ha tenido en los resultados electorales de estas pasadas elecciones regionales en Colombia podría ser la base de cohesión de nuevos grupos que comenzarían a manejar las riendas del país en los próximos años?

Con base en esa lógica es interesante analizar lo que ha pasado en Cúcuta en las pasadas elecciones a la Alcaldía de esta ciudad. Uno de los candidatos comenzó en desventaja en todos los sentidos frente a los demás. Creó una estrategia mediática impecable que fue calando en una ciudadanía cansada de una clase política muchas veces miope frente a los contextos sociales y económicos por los que atraviesa el municipio. Ese candidato era Jairo Yáñez, quien desde un enfoque artístico, mediático, inspirador y con innovación tecnológica creó un relato contundente de pulcritud, moralidad y lucha contra la corrupción, el cual tuvo mella en la decisión ciudadana de elegirlo como nuevo alcalde de los cucuteños.

Es un logro sin precedentes en nuestro municipio que a mi parecer podría implicar un giro copernicano político de gran envergadura para los próximos años. Es un despertar que podría inspirar de manera real nuevos liderazgos en la política, gente con creencia en la posibilidad de hacer política sin desorbitantes cantidades de dinero que solo obligan a hacer cosas indebidas en el manejo de la cosa pública. Es un momento histórico trascendental pero que debe ser sopesado con mucha precisión por parte del nuevo alcalde Jairo Yáñez.

Es decir, el relato que ha creado Yáñez en Cúcuta que sin lugar a dudas fue el mejor o al menos el de mayor aceptación en la ciudadanía también tuvo réplicas relevantes en otros municipios importantes de Colombia como Medellín y Bogotá. Sin embargo, como todo relato si no se sabe materializar, si no genera cambios importantes en el escenario político, social y económico en los próximos años, si no convence a las personas de su eficacia, el contrarelato le pasaría factura con creces con efectos irreversibles en el corto y mediano plazo.

Ojalá con ese nuevo relato se generen sinergias intergeneracionales, consensos importantes frente a lo fundamental en Cúcuta para que no solo un nuevo grupo político salga ganando sino todos los ciudadanos que han creído en ese nuevo mito que ha surgido en nuestra arena política.