El problema de escasez de gasolina hasta ahora comienza, así hoy se vea normal. 

Largas colas de vehículos para obtener algunos galones del combustible, sumado a las elevadas temperaturas de nuestra ciudad, son el detonante de agresivos comportamientos de usuarios desesperados. 

Creo que tan notable problema no puede ser visto como una situación puntual, puesto que las noticias del mundo registraron la reducción de la producción e importación de gasolina en el vecino país.

Es cierto que el problema se agravó cuando los compradores del hidrocarburo procesado, lo ingresaban o ingresan desde el territorio venezolano al colombiano sin mayores restricciones y de ahí que el cupo de gasolina subsidiado, está mostrando su verdadera magnitud.

He escuchado atentamente las declaraciones de los representantes del gremio y los comentarios que se hacen por las redes sociales sin mayor conocimiento de causa, culpando a la clase política de la actual tragedia, porque así es que deben llamarse a las colas de doscientos a trescientos vehículos en todas las estaciones de servicio (EDS).

Considero que el Ministerio de Minas y Energía, ha fallado recurrentemente al ignorar tamaño problema, puesto que no conozco investigación alguna que apunte a conocer las verdaderas variables de la demanda de gasolina entre ellas, el contrabando en cisternas u otro tipo de vehículo o en pimpinas utilizando bicicletas o el río, el volumen aproximado de galones que ingresan ilegalmente por trochas y además, un censo de automotores de matrícula extranjera.

De igual manera, es un misterio la asignación de cupos para las estaciones de servicio, toda vez que no se perciben criterios de calificación que ofrezcan determinar la cantidad de galones asignados, habida cuenta que hay EDS que poseen dos surtidores y otras que tienen más de tres y eso que no trataré las EDS instaladas en la vía que de Sardinata conduce a Ocaña, casi todas con apariencia de fantasmas por la escasa afluencia de automotores y de seguro un buen cupo del hidrocarburo.

La solución que ofrece el Ministerio es realmente irresponsable, hablan de cupos cuando no conocen las variables citadas. Tampoco quieren reconocer la problemática y la fácil es autorizar unos galones de más a precio nacional. Las hipótesis del gobierno son vagas y no responden al crecimiento del inconformismo. 

Se comenta que la gasolina está pasando la frontera, dado que allí tampoco hay y por lo tanto, estamos en medio de la ilegalidad y la necesidad que tienen nuestros vecinos, motivo por el cual, los paños de agua tibia, no resolverán tan complejo problema.