Todos los años procuro asistir a la Feria Internacional del Libro, de Bogotá, conocida como Filbo, que este año celebró la versión 35, que, creo, en tantos años el único inconveniente que ha tenido es el de la temible y terrible pandemia, pero se hizo el esfuerzo y se desarrolló virtualmente. Lo claro, de entrada, es que no merma el entusiasmo tanto de organizadores, patrocinadores, expositores, invitados y público en general.
Guardadas las proporciones, que son inmensas, osaría decir que la organización de nuestra Fiesta del Libro, que anualmente se realiza en la Biblioteca Pública “Julio Pérez Ferrero”, comandada en los últimos años por Julio García Herreros Prada y Tania Manzano Cabrales, no tiene absolutamente nada que envidiarle a la capitalina.
El pasado 27 de abril, Día de la Nortesantandereanidad, fue especialmente fértil durante el transcurso del día en el stand del departamento Norte de Santander. Allá estaban, entre otros, Cicerón Flórez Moya, Isaías Romero Pacheco, Saúl Gómez Mantilla, Jorge Meléndez Sánchez, Renson Said Sepúlveda y la poetisa barranquillera, radicada en Ocaña, Miriam Inés Marchena Galindo, entre otros. Cicerón Flórez presentó su libro “Se hace camino al andar” en nuestro stand y en horas de la noche, en el desarrollo de la programación del Día de la Nortesantandereanidad, hizo otro tanto con palabras muy sentidas. En plática informal con Cicerón tuve ocasión de complementarle un apunte suyo en su columna titulada “Jeremías”, en el sentido que actualmente Norte de Santander tiene dos de sus hijos como miembros de la Academia Colombiana de Historia: Luis Eduardo Páez García, actual presidente de la Academia de Historia de Ocaña, y Silvano Pabón Villamizar, recién posesionado.
Siendo las 05: 00 p. m. se presentó en el stand de Norte de Santander un viejo amigo y paisano que quería presentar un libro del que no es autor, pero con el mayor gusto y entusiasmo fue su editor. Se trata de “El burrito blanco. La grandeza de lo sencillo”, cuyo autor es Luis Tablanca. Si se me permite quiero registrar que Luis Tablanca es el seudónimo de Dámaso Enrique Pardo Farelo, nacido el 11 de diciembre de 1883, en El Carmen, Norte de Santander, cuando políticamente pertenecíamos al Estado Soberano de Santander. Y en Ocaña perteneció al grupo intelectual local llamado Los Felibres. Otros libros suyos son Tierra encantada y Una derrota sin batalla. En esta presentación nos acompañó entusiasta el señor gobernador Silvano Serrano Guerrero.
A propósito del señor gobernador, en esta actividad literaria se mostró muy sonriente, atendió a quienes se le acercaron para platicar y tomarse fotografías, es decir, el cargo que desempeña no lo ha alejado de las bases ni de amigos antiguos u ocasionales, porque advertí ese día que a todos atiende por igual y con sonrisa permanente. En la inauguración del Día de la Nortesantandereanidad no se presentó con un discurso solemne o académico ante un auditorio a reventar, como se pudo apreciar en la transmisión de Televisión Regional del Oriente, Canal TRO, que cubre el 'Gran Santander', sino con palabras emotivas, de esas que tocan el alma del auditorio. Finalmente, el gobernador Silvano Serrano Guerrero aprovechó para despedirse de sus intervenciones como Gobernador en la Feria del Libro, porque expira su periodo constitucional.