Se vinieron las campañas electorales con todo, incluidas falsas expectativas desarrolladas con mucha creatividad, pero que a todas luces, corresponden a un engaño para el elector. 

Una ellas, es la que ofrece un candidato a la alcaldía del Municipio de Los Patios, quien ha instalado vallas publicitarias en el costado de una vía de orden nacional, administrada por el Concesionario San Simón, quien pretende acabar con el jugoso negocio de las fotodetecciones, argumentando que los infractores deben veinte mil millones de pesos.

Utiliza para tal efecto, un personaje que representa el defensor de la situación, no solo en una imagen sino en un llamativo disfraz que porta una persona, la cual se ubica en sitios estratégicos, específicamente cuando están los operarios de las cámaras funcionando.

Al respecto, es necesario precisar, que el tema de equipos electrónicos utilizados para detectar infractores, tiene un soporte legal desde la promulgación de la ley 769 de 2002, modificada por la Ley 1450 de 2011 y con su último, aunque descabellado ajuste, según la Ley 1843 de 2017. 

La misma, contempla los requisitos para su instalación, entre los cuales se encuentra un concepto del Ministerio de Transporte, como quiera que el asunto luego de casi dos décadas de haber sido evaluado, hasta ahora se conoce su control.

Es importante saber que para su implementación, se debió surtir un proceso licitatorio y si estuvo viciado, ese era el momento para actuar jurídicamente y sus resultados, pudieron ser aprovechados en la base de la plataforma política de determinado candidato. A la fecha, desconozco si existen procesos en curso, en contra del acto administrativo que dio vida a la concesión de fotodetecciones en ese municipio. 

Entonces es cuando no logro entender, cómo una persona con el hecho de ser alcalde elegido puede “tumbar” un contrato de concesión que tiene por lo menos quince años más de vida legal y de ahí que las vallas y el personaje disfrazado, son una vaga estrategia política, como si las personas que residen en tan pujante municipio, tuviesen problemas de salud mental.

No es secreto que la Avenida 10 de Los Patios, es blanco de los irresponsables conductores que ignoran las señales de vida y de ahí la necesidad de obligar a bajar la velocidad, así sea a punto de comparendos y si alguien tiene dudas, puede llegar a las cinco y treinta de mañana a la calzada donde se ubican los cementerios para que evidencien las altas velocidades que alcanzan los vehículos de servicio público tipo bus y buseta, toda vez que a esa hora, no hay controles.

Concluyo que el candidato que no mencionaré, debiera revisar y evaluar otro tipo de problemas, de tal forma que pudiera ofrecer al menos, ambiciosas campañas educativas para reducir la accidentalidad en lugar de tratar de enredar al elector, puesto que eso, se puede constituir en una falsa promesa.