El país necesitaba un cambio ante el alto nivel de corrupción, dado que 60 billones se hurtan  anualmente producto de la mala contratación, negociados y mermelada.

De allí la votación que ungió a Petro, indicando hace 4 años que era viable su ascenso al poder por ser persona organizada en manifestaciones y su trabajo desde hace más de dos años en pos de la presidencia, pero, continuó el país con el mismo ritmo de desfalcos y corrupción, sin sanciones para las cabezas generadoras de ellos, ante la inoperancia de la justicia por falta de voluntad política para mejorarla de fondo o ausencia de denuncias en ciertos casos.

En su posesión dio muestra de su organización, asistencia masiva, con representación de todos los estamentos.

Señaló que su compromiso  es contra la corrupción, el cáncer que corroe nuestro país, indicando los puntos básicos de su gobierno.

De a poco logrará dar ejemplo de estadista, sabedores que el país queda con una deuda histórica de más de 85 billones de pesos, con dificultades para cumplir lo prometido, deuda que subió en el último periodo más del 50%.

Pero sus primeros anuncios, de quitar subsidios a la gasolina, generará alzas del costo de vida, subirá el transporte, taxis, y enriquecimiento de  los intermediarios en la compra de alimentos, en detrimento del campesino, por la ausencia de vías terciarias adecuadas, recordando que este año ha sido de  alzas desmesuradas.  

Se maquillará la situación como en Betty la fea, pero, no se toca el fondo del asunto como quitar las exenciones a los bancos, frenar el mayor foco de corrupción como es, la contratación a todo nivel. Y la creación de una carrera administrativa mínimo de 10 años, para permitir acceder a otras personas a los cargos.

Con la reforma tributaria, impuestos a embutidos, bebidas azucaradas, que son de consumo permanente de mucha gente, que aun cuando no son los ideales sirven para subsistir ante el valor de la carne por su costo, siendo los huevos  la proteína barata.

Y gravar las pensiones es prevaricar, contrario a  la Constitución, incluso no es sobre los 10 millones sino sobre  $ 5.662.000 millones al disminuirse (dato de Lupa Asociación de pensionados judiciales) la Unidad de Valor Tributario, en contra de la clase media.

Una familia de pocos recursos, Petro, con dos hijos en universidad y uno en colegio, matrículas, mensualidad, arriendo o hipoteca, transporte, alimentación y gastos en colegio, sobrevive y un pensionado ayuda muchas veces a los nietos, o hijos, siendo casi imposible viajar en plan de paseo por el alto costo y si tiene deudas o embargos, vive asfixiado.

El Congreso fue ungido para ayudar a los pobres, debe definir si los defiende o  los hunde y empobrece cada vez más.

Se expolia a los trabajadores, cuando es deber de Estado proteger a los de menos ingresos, mucho más, a los pensionados por su derecho a una vida digna por su indefensión y vulnerabilidad.