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Es mejor ganar que perder
Anverso y reverso
Martes, 29 de Marzo de 2022

Aun cuando el técnico de fútbol Francisco Maturana dijo, ante una derrota de la Selección Colombia que dirigía, que “perder es ganar un poco”, en lo cual tiene mucha razón, me gusta más la frase que le atribuyen a nuestro boxeador Pambele´, cuando estaba llevado del patas, después de haber ganado y derrochado mucho dinero por ser campeón mundial: “Es mejor ser rico que pobre”.

El dinero no lo es todo, pero ah sabroso que viven los que tienen el bolsillo lleno y las cuentas rebosantes.  Y no es que Antonio Cervantes, ‘Kid’ Pambelé, hubiera descubierto el agua tibia, sino que su frase lo hizo famoso, casi tanto como sus puños y sus golpes. Se nos volvió filósofo el hombre y llegó a la más sabia conclusión, así como Aureliano Buendía descubrió un día, en Cien años de soledad, que la tierra era redonda como una naranja. 

La riqueza material da para todo. El malo no es el dinero. El malo es el hombre que lo tiene y lo usa para sus fines perversos. Por eso dicen que existen millonarios que son tan pobres, que lo único que tienen es dinero. 

Es mejor estar sano que enfermo, nadie lo duda. Los viejos de antes se curaban con hierbas, bebedizos y pomadas, y duraban años y años, y hasta se cansaban de vivir. Los sepultureros se morían de hambre porque no tenían trabajo permanente. En cambio ahora, a punta de exámenes, pastillas (pepitas de esas) e inyecciones, la vida se acorta sin remedio, como dijo un poeta.

Y es mejor ganar que perder. ¿Será que hay alguien a quien le guste perder?  No conozco a nadie que vaya a un casino con la ilusión de perder unos miles de pesos, que le están haciendo estorbo. Los que van, cruzan los dedos y hacen chulito para que la ruleta se detenga en el número de sus sueños. “Catorce negro” grita el que anuncia los resultados, mientras que el de la varita recoge las fichas perdedoras, que siempre son más que las ganadoras.

Es mejor estar libre que preso, dicen los que están encerrados en cualquier cárcel, aunque alguna vez, un cínico, reincidente en sus delitos, que volvía y volvía a la prisión, reconoció públicamente que en la cárcel tenía techo,  comida, cama y tiempo de sobra, todo gratis, en tanto que cuando estaba libre, todo le faltaba. Por eso algunos proponen una reforma carcelaria para que los reclusos deban trabajar a cambio de la comida, el techo y las medicinas.

Es mejor ser joven que viejo, lo malo es que el tiempo avanza inmisericordemente y la vejez llega, quiérase o no. Los años pasan factura, aunque a punta de cremas y cascaritas de limón es posible disimular arrugas y patas de gallina, lo que llaman elegantemente: líneas de expresión. La juventud va por dentro, dicen los optimistas. Y tienen razón. La mente ayuda a envejecer o a sentirse en sus ticinco.

El refrán dice que “es mejor caer que quedar colgando” y eso se aplica para todo en la vida. Cada uno debe saber a qué atenerse, y no estar bamboleándose como el péndulo del reloj.

Como puede verse, en conclusión es mejor ganar que perder. Por eso esta noche, nuestra Selección, la amarilla, debe salir a ganar.   Con todo, con fe. Con verraquera. Para que no digan que se le ganó a Bolivia, de chiripa. Colombia necesita ese triunfo, para descansar unos días de tanto trajín politiquero. Colombia debe ganar hoy. Y debe ganar el 29 de mayo. ¡En eso estamos!

gusgomar@hotmail.com

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