En la marcha contra la ministra de Educación, Gina Parody, en las calles céntricas de la ciudad se observaron a varios docentes de los diferentes centros educativos locales, exclamando consignas en contra de las supuestas cartillas que propendían por la inclusión y tolerancia de géneros, pero tergiversadas y manipuladas por sectores retardatarios del país.
Los docentes, que se supone deben tener una formación académica sólida, y un conocimiento de las realidades de nuestra nación, igual que los marchantes, convocados por las iglesias católicas y evangélicas, junto con el procurador General de la Nación y algunos medios de comunicación, sin indagar y verificar, repitieron como loros los lemas y frases que se redactaron dizque para defender a los niños “normales” contra el homosexualismo.
Lo más triste de todo fue que algunos de esos profesores se graduaron en la seccional de la UFPS como especialistas en EDUCACIÓN SEXUAL, y no queda duda de que lo hicieron por mejorar en el escalafón, y nunca por necesidad o convicción personal.
Para colmo de males, uno de esos graduados afronta un problema con uno de sus hijos adolescentes, que al parecer, tiene serias inclinaciones como gay, y presionado por el ambiente religioso y conservador de su entorno familiar, manifestó en un momento de desesperación por no afrontar la realidad, que prefería ver muerto a su descendiente, antes que marica.
En las redes sociales se observan mensajes emitidos o reenviados por educadores sobre humor negro contra miembros de la comunidad LGBT , con doble moral e hipocresía, porque en las aulas, de manera aparente toleran a los alumnos “anormales”, pero fuera de clases se ríen a carcajadas con los videos o fotomontajes contra la diversidad sexual, y para empatar permanecen con la biblia en sus maletines y las camándulas en sus bolsillos, y no faltan a las citas semanales en las capillas y otros centros de oración.
Pobres niños y muchachos los que tienen como educadores a esa clase de personas : ignorantes, intolerantes y fariseos. Y no tiene nada de raro que en sus cátedras de religión, aseguren que la destrucción de Sodoma y Gomorra la ordenó Dios porque esas antiguas ciudades jordanas estaban pobladas por homosexuales.
Y no faltarán quienes justifiquen los exterminios de gais y lesbianas ordenados por la “Santa Inquisición” en España en el medioevo , o por los Nazis durante la segunda guerra mundial en Europa.
A quienes participaron en la multitudinaria marcha del miércoles pasado hay que recordarles que la inclinación sexual no se elige ni se hereda, se nace con ella, y que ser homosexual no es ningún pecado o karma. La historia universal nos da cuenta que grandes personajes de la humanidad, o fueron gais o lesbianas, como por ejemplo:
El gran filósofo griego Sócrates, los artistas romanos Leonardo da Vinci y Miguel Ángel Buonarroti, los emperadores Julio César y Alejandro Magno, el dictador alemán Adolfo Hitler, el dramaturgo inglés William Shakespeare, el novelista irlandés Óscar Wilde, el cineasta español Pedro Almodóbar , y los cantautores, el ibérico Miguel Bosé y el mexicano Juan Gabriel.
Además, la guerrera francesa Juana de Arco, la actriz sueca Greta Garbo, la cantante gala Edith Piaff, la escritora francesa Simone de Beaurvoir y la intérprete estadounidense Lady Gaga, entre muchos y muchas más.
Ojalá que los líderes religiosos, el procurador y los medios televisivos , junto con las redes sociales convocaran de nuevo al pueblo colombiano, pero a protestar contra la politiquería, la corrupción, los pésimos servicios de salud, el desempleo y los altos costos de la canasta familiar.