Mi vecino de columna Manuel Guillermo Camargo y a propósito de la canción de José Luis Perales el cantor de Castejón y de Sevilla, utilizó su letra ¿Y cómo es él?, para enseñarnos cómo escogieron los candidatos a la Vicepresidencia de Colombia.
Y se respondió con certeza; debía ser alguien que aporte votos, que potencie la fórmula, que muestre una gestión en su grupo digna de reconocimientos.
Pero la canción tiene más preguntas, que, trasladadas a esta circunstancia electoral, serían políticamente interesantes: ¿en qué lugar se enamoró de ti? ¿A que dedica el tiempo libre?
La respuesta al lugar de la empatía es muy diciente, porque esta circunstancia, así como puede revelar una parábola de identidades y de complicidades de vieja data, por un camino de siempre o por varios caminos de arribismo y emprenderismo electoral, pueden darse trochas de transfuguismo consuetudinario y de “voltearepismo” en la parrilla del anafre contractual.
Esos enamoramientos en el lugar de la contratación pública y en el lugar de la contratación privada, pues no dejan de ser peligrosos, protervos y perversos enamoramientos. Al fin y al cabo, desde Marroquín, en los Vicepresidentes, siempre se ha escondido un golpista.
Y tal parece que afortunadamente ese lugar no se dio en ninguna de las fórmulas. En ese aspecto van limpios los protagonistas pues sus vicepresidentes escogidos, tiene distancias inmensas.
Pero la otra pregunta no deja de ser comprometedora. ¿A qué dedica el tiempo libre? ¿Buena para quienes han dedicado la vida a la academia? ¿Un vicepresidente académico para un Presidente del mismo origen sería una redundancia? ¿Más conveniente la frialdad académica que la displicencia de la técnica?
No hay nada más apasionante y desprevenido, sobre todo en las de libre opinión y el libre pensamiento, que la actividad académica. Malo para quienes no lo han sido, pues no han roto el celofán del autoritarismo, del confesionalismo de las extremas, del sectarismo que obnubila, que no toleran, ni perdonan, que excluyen y desigualan.
En el próximo debate electoral estarán en la formula vicepresidencial, académicos como el médico Rodrigo Lara Sánchez, Marelen Castillo, Sandra de las Lajas Torres, que dedican el tiempo libre a la investigación, lo cual nos sugiere una buena reflexión.
Bueno habría sido que en la fórmula de Colombia Humana uno de los dos fuera académico. Que el tiempo libre lo dedicaran a esa arista de la investigación. Que el lugar del acercamiento hubiese sido en el servicio de la gente. Que sus jefes de debate y sus compañías fueran transparentes. Sí. Como en la canción de José Luis Perales.
Adenda: La justicia debe pronunciarse sobre el paso por el SENA del exsecretario general de la Presidencia Alonso Prada Gil. Un Jefe de debate muy cuestionado en 1400 folios de pruebas presentadas según las “ías”.
