El Gobierno Nacional va a tener que pensar en rediseñar el esquema de alzas en la gasolina, pues no se compadece que esté pegado al precio internacional, cuando en la actualidad ya estamos produciendo la mayoría de los combustibles que se consumen en el país, lo que hace la diferencia con aquellas naciones que tienen que importar lo que consumen porque no cuentan con la producción petrolera.
Seguramente antes de la operación de la refinería de Cartagena, el argumento podría ser válido, porque producíamos petróleo pero no teníamos la capacidad de refinación y era necesario importar buena parte de la gasolina que consumíamos; pero con el incremento de la producción nacional, el escenario es completamente diferente.
Reficar, a pesar de todos los tropiezos que tuvo para entrar en operación, es ya una empresa rentable, y en estos momentos Ecopetrol le está girando al gobierno una utilidad de $3.2 billones, que entran a la Tesorería Nacional, razón por la cual le permitiría diseñar unos mecanismos de compensación para los consumidores de combustible, en razón a que es justo que los colombianos tengan un alivio económico por un insumo que aquí mismo se produce.
A esto se debe agregar que la producción de la refinería es creciente y que el precio que nos pagan por las exportaciones de petróleo también lo es, en razón a que las cotizaciones internacionales están al alza.
No se compadece que mientras la inflación está creciendo un 3.1%, el precio de la gasolina supere ya el 8%, siendo este un componente muy importante en todos los esquemas de producción y comercialización, pues todo resulta estar atado al transporte, y mas en un país como este, en donde no hemos podido impulsar otros medios de movilidad mas económicos como el ferrocarril o la alternativa fluvial.
Estoy seguro de que si no somos cuidadosos con el precio de los combustibles, y especialmente el de la gasolina, pronto vamos a tener que observar serias repercusiones en el indicador del costo de vida, y el problema inflacionario no se hará esperar, presentándose de paso una enorme dificultad para todos los ciudadanos que tendrán que observar impotentes el alza general de precios de los productos básicos, sin que ese escenario tenga una compensación en el salario que devengan.