Conocidos los resultados de la contienda electoral por la Presidencia de la República, con el triunfo indiscutible de Iván Duque, vienen muchos desarrollos sobre los cuales el departamento de Norte de Santander y la región del Oriente Colombiano tienen que estar muy pendientes.

 

El respaldo recibido por el nuevo presidente en esta sección del país, se acerca al 80%, el mas alto de todo el territorio nacional, frente a pírricos resultados obtenidos en ciudades como Bogotá, Cali y Barranquilla.

 

El Oriente Colombiano necesita contar con un representante de la región en el Consejo de Ministros, escenario en donde se toman las grandes decisiones del país.

 

Ahora es la oportunidad, para que se le asigne una responsabilidad de ese talante, para lo cual la región puede contar con una nómina de profesionales de las mas altas calidades que desempeñarían con lujo de competencia un encargo de esta naturaleza.

 

Pero a su vez, esta sección del país requiere que se le haga justicia  sobre muchos proyectos aplazados como un estatuto serio y justo para el manejo de la frontera; como la revaluación del proyecto de la Vía a Cúcuta-Pamplona-Bucaramanga, en donde estaba proyectada para que fuera de doble calzada, y se ha dejado únicamente con un carril de adelantamiento en algunos sectores; También se requiere con urgencia de un proyecto serio y bien estructurado para apoyar la pequeña y mediana empresa, de tal manera que sea posible fomentar el empleo estable.

 

Pero a su vez tenemos también el problema del acueducto metropolitano que exige una pronta solución para poder garantizar el agua potable y también la atención especial por las epidemias venidas de Venezuela, que no solo ponen en riesgo la población, sino también sectores cono el ganadero, y a esto se suma la inseguridad y el contrabando, mal de enormes efectos negativos sobre el sector productivo.

 

Sin esos grandes proyectos la región queda con sus sueños aplazados y en serias dificultades para poder estar en capacidad de asumir los compromisos del desarrollo productivo.

 

En materia de grandes planes,  los ojos del alto gobierno suelen siempre mirar a las cuatro grandes ciudades: Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla y de paso se comete una enorme injusticia con el resto del país, en donde existen regiones como el Departamento de Norte de Santander, que está dando muestras de emprendimiento, de capacidad de ejecución y de compromiso con el mejoramiento de la calidad de vida de sus gentes, a pesar de las enormes interferencias del entorno.

 

Eso queremos Presidente Duque. Usted constituye una enorme esperanza para esta región que confió en su proyecto y lo respaldó mayoritariamente en las urnas. Ojalá tengamos un alto comisionado para esta zona de frontera, pues las decisiones que se tienen que tomar están en Bogotá y comprometen a muchas instituciones. Esperamos un gesto amable  que nos haga confiar en el futuro que se nos advierte.