Viernes, 7 de Febrero de 2020
Que un médico al terminar su trabajo nocturno, como muchas personas que lo hacen en Colombia, lo primero que tenga que pensar es en llevarse al cinto su pistola para poder salir a la calle, dice mucho del estado de inseguridad que acosa a nuestras principales ciudades.
Y fíjense ustedes, si no es por esa percepción, muy seguramente el galeno al que nos referimos, que paradójicamente tiene como oficio salvar vidas, habría sido acribillado por tres bandidos que lo abordaron violentamente, lo golpearon, lo hirieron y le robaron el celular. Seguramente su pistola impidió que lo mataran.
Y lamentablemente ese es el gran dilema que sentimos los ciudadanos al tener que abordar la calle, en donde la incertidumbre nos invade y nos conduce a pensar que un peatón no pueda ser identificado como un ciudadano normal, sino como un atracador o un asesino. Esa incertidumbre nos invade a todos y nos llena de toda clase de temores.
Lo demuestran las cifras que señalan que el hurto ha crecido en Colombia y que en algunas ciudades ese crecimiento ya llega a un 20%. Fuera de eso no podemos perder de vista que Colombia tiene una tasa de homicidios de 25 por cada 100.000 habitantes y que ocupa el quinto lugar en impunidad en América Latina.
El episodio del médico, se convirtió en una noticia que le dio la vuelta al país y fue el centro de atención de todos los noticieros y programas de opinión. Seguramente allí nos vimos retratados todos los colombianos y por eso la tragedia de la víctima la sentimos en carne propia, a la par que dábamos gracias al cielo porque no fuimos nosotros mismos los que padecimos semejante episodio.
Creemos que las condiciones de seguridad de las principales ciudades colombianas tienen que mejorar, y esto se logra en una acción conjunta en donde participen gobierno, Policía, ciudadanía y justicia. Cada quien debe tener muy en claro cuál es su papel y todos los días reforzarlo en aras de poder estar en capacidad de rescatar la tranquilidad ciudadana.
Nos acaban de comunicar que las cifras del turismo en Colombia están en aumento y que los ingresos por ese concepto están en la cima; si esta percepción de inseguridad se sigue incrementando, estaremos frente a la certeza de que esas cifras se irán al traste, porque nadie quiere ir a un país en donde va a someterse a toda clase de peligros.
Este episodio debe servir, para que se trabaje en un programa muy concreto y ambicioso, de tal manera que haga posible reversar esas temibles cifras que nos acosan y que en verdad nos llenan de pavor.