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El mago de los magos
Aprendió malabarismo, caminaba, saltaba y bailaba.
Sábado, 1 de Febrero de 2020

El 31 de enero de cada año se celebra el Día Internacional del Mago. En esta fecha se conmemora el fallecimiento de San Juan Bosco (enero 31 de 1888), quien desde mediados del siglo pasado fue elegido patrono de los magos e ilusionistas en un congreso de magia celebrado en Segovia (España).

Giovani Bosco, su nombre de pila, hijo de humildes obreros quedó huérfano de padre a los 2 años, razón por la cual vivió una niñez y juventud en la profunda miseria, viéndose obligado a trabajar en varios oficios y en los ratos libres se dedicaba a estudiar. En la feria de su pueblo pasaba el tiempo viendo los magos e intentando descubrir cómo se hacían los trucos y aprovechaba para crear otros. 

Aprendió malabarismo, caminaba, saltaba y bailaba sobre una cuerda floja y hacía trucos como sacar de la boca de los niños bolas coloradas, cambiar el agua por vino para brindarles a los presentes, sacar palomas de los bolsos de las señoras, conejos de los sombreros de los caballeros y hacer volar la varita mágica sobre sus manos. Era la sensación del pueblo y sus alrededores. 

Usaba la magia para predicar la palabra de Dios, para atraer a los niños y a los jóvenes y para conseguir fondos a fin de ayudar a los pobres. Fundó patronatos, escuelas primarias y dos congregaciones. Pero en medio de ese mundo de admiración en que vivió, también fue objeto de críticas y atentados. Siempre resaltaba esta frase: “El mago tiene al diablo en sus manos, pero a Dios en su corazón”. Juan Pablo II le confirió el título de “Padre, Maestro y Amigo de los Jóvenes”.

Cada día la magia extiende su presencia en variados escenarios. He asistido a dos encuentros internacionales mágicos en donde he compartido con estudiantes y profesionales de diversas disciplinas y nacionalidades, en especial sicólogos, médicos e ingenieros. 

En su libro “Los Engaños de la Mente”, los neurocientíficos Susana Martínez Conde y Stephen Macknik, resaltan la utilidad de la magia para la ciencia y el estudio del cerebro. Además, explican como convencieron a un grupo de magos de todo el mundo para que les permitieran estudiar algunas de sus técnicas, revelar sus secretos e investigar las implicaciones de sus descubrimientos en el campo de la neurociencia. Según autores, los trucos de magia manipulan la conciencia.

El recocido empresario Jean Claude Bessudo, presidente de Aviatur, inicia el prólogo del libro ENTRE MAGOS, de mi autoría,  manifestando su desacuerdo, pues para él la magia es un arte de maquillaje que hace ver y aparecer una realidad diferente.  Pero termina reconociendo que, tanto en la vida laboral como en la vida empresarial, la magia tiene su espacio. 

Felicidades para todos los artistas que dedican su talento a alimentar y mantener viva la capacidad de asombro de todos nosotros. 

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