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El lenguaje como concepto
El presidente Santos abrió un fuerte debate con la propuesta de “desarmar” el lenguaje con las Farc, y en concreto, de ser amables.
Sábado, 25 de Julio de 2015

El presidente Santos abrió un fuerte debate con la propuesta de “desarmar” el lenguaje con las Farc, y en concreto, de ser amables. Lo cierto es que si es importante la precisión en el lenguaje verbal y también en el lenguaje gestual, otra forma importante de comunicación que no se reconoce. Por eso, que el presidente pida un lenguaje “amable” con el enemigo demuestra un concepto poco ortodoxo sobre la guerra.

Más de un año antes de acabar la segunda guerra mundial en el frente europeo, los aliados decidieron que con Alemania y Japón no iba a haber, por separado o conjuntamente negociaciones de paz, sino únicamente rendición incondicional, ya que por la magnitud de sus crímenes deberían tener un castigo ejemplar que desestimulara cualquier repetición.

Por eso al darse la rendición incondicional de Alemania, los principales jerarcas nazis fueron buscados por miles de militares de las tropas aliadas. El segundo del régimen nazi era Hermann Göering, megalómano y cocainómano, jefe de la fuerza aérea alemana, presidente del congreso, responsable del plan cuatrienal, entre otros cargos del estado nazi, y ladrón de arte y aficionado a los uniformes por impulso propio.

Göering se comunicó con un puesto de mando aliado del ejército de los Estados Unidos y dijo que se entregaría en un sitio cercano a la ciudad alemana de Ausburg. Ante la imposibilidad de conseguir un oficial de mayor rango se envió a capturarlo a un capitán. En la noche, en el sitio indicado, se pararon uno frente a otro el Mercedes Benz de Göering y el jeep del oficial norteamericano.

Tras unos minutos de espera bajo de su auto Göering y camino hacia el jeep; se bajó entonces el capitán y al quedar los dos frente a frente, Göering hizo saludo marcial y se presento como mariscal de campo, el grado militar más alto del ejército alemán, solicitando entregarse como prisionero de guerra bajo las leyes de la guerra entonces vigentes.

El capitán respondió el saludo militar y después aceptó la mano extendida del mariscal, conduciéndolo al puesto de mando donde se le ofreció comida y charla.

Cuando llego el general encargado, se exaltó furioso y procedió, según el protocolo establecido, a revisar a Göering para encontrar cualquier posible pastilla de cianuro que tuviera, después de lo cual le hizo poner uniforme a rayas de preso, lo metió entre rejas y se dirigió a sus hombres diciéndoles que estos eran criminales de guerra no soldados y que debían actuar en consecuencia. Debían unir lo verbal y la acción.

El escándalo mojó prensa mundial y puso al capitán en el centro de la tormenta, a raíz de lo cual Churchill pregunto quién era ese idiota que pensaba que “la guerra era un juego de niños que terminaba con un apretón de manos. Esto me lleva a una serie de preguntas para alinear el verbo:

1. ¿Son los miembros de las Farc combatientes en igualdad de condiciones a los miembros de las Fuerzas Militares Colombianas, sentados en una negociación bilateral para acordar la paz?

2. Si es así, las Farc no se están plegando a la legalidad del Estado colombiano, sino que el acuerdo deberá llevar a definir un nuevo estado en consenso con ellas o romper la unidad territorial para darle cupo al estado fariano, con su propia legalidad, como la ZRC del Catatumbo.

3. ¿En el primer caso del interrogante anterior, como se definirá la Asamblea Constituyente? ¿En el segundo caso, Colombia reconocerá estatus de estado a las Farc y cruzaran embajadores? ¿O se asimilarán a una especie de etnia o minoría especial dentro del territorio nacional, como los resguardos indígenas?

4. ¿Si se pliegan las Farc a la ley Colombiana de manera plena, deberán ser tratados bajo que categoría para aplicarles leyes de guerra? ¿Serían criminales de guerra, de lesa humanidad o qué?

5. ¿Se puede crear a luz del derecho internacional “jurisprudencia criolla”, como la que ya sacó el Consejo de Estado donde concluye que quien comete actos terroristas no necesariamente es terrorista, extendiéndola a que quien comete crímenes de guerra no necesariamente es criminal de guerra, y que la guerra en Colombia no es guerra como lo establece la ley internacional, sino un conflicto interno que “usa” las leyes de la guerra según necesidad?

Cuando esto se aclare sabremos que lenguaje usar, pues la guerra no es un acto idiota que termina en palabras amables.

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