Reparar la malla vial de la ciudad requiere varios miles de millones de pesos, puesto que las tareas de mantenimiento han sido lentas y las de recuperación de la carpeta casi inexistentes.

Los funcionarios que llegan a la dependencia responsable de la infraestructura de la ciudad, se saturan de solicitudes hechas por las comunidades que con toda razón alegan por el más estado de las vías de sus barrios y entre la lectura de las peticiones y la posibilidad de atención de las mismas, se va pasando el tiempo y de soluciones muy poco.

No conozco el primer Secretario de Infraestructura municipal, que luego de su paso por la citada dependencia, alcance el favor popular y obtenga la credencial de alcalde, porque son más las promesas incumplidas que los logros obtenidos y de ahí la razón de volverse en un quemadero político.  

Sumado a lo anterior, la improvisación en la planeación de las obras y su divorcio con el responsable de la movilidad, lo cual se traduce en trancones y malestar ciudadano, cuando además los contratistas beneficiarios de las obras, se niegan a trabajar en horarios nocturnos, domingos y feriados, lo cual hace que la tortura para el conductor sea eterna.

Todos los baches o huecos de la ciudad deben ser atendidos con prontitud, puesto que los mismos pueden originar accidentes, algunos de ellos, mortales.

Voy a referirme al hueco que se encuentra sobre Avenida Los Libertadores, específicamente debajo del Puente de Guadua, en dirección norte-sur. 

El cráter en mención, ha ocasionado varios accidentes, especialmente conductores de motocicleta que no advierten su presencia en horas nocturnas o cuando se llenan de agua.

Dicho tramo cobra especial importancia al tratarse de una vía arteria, la cual forma parte de los compromisos que debe atender el Concesionario San Simón.

Considero que es hora de tener un verdadero seguimiento a la ejecución de las actividades de bacheo, por medio de tablas con información georreferenciada, de tal manera que los trabajos no se paguen una y otra vez o mejor, no se conozca la calidad de obra ejecutada o la estabilidad de la misma.

Lo anterior permitirá ajustar los presupuestos a las necesidades viales con base en la prioridad definida en el Plan de Ordenamiento Territorial y en las rutas del servicio público tipo bus y buseta, porque a estos, les sobran las excusas para el incumplimiento de los recorridos, al no tener vías adecuadas para su desplazamiento.