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Desórdenes en los puentes
No sé a quién se le ocurrió la idea de hacer esas casetas ahí debajo del puente.
Domingo, 23 de Abril de 2023

En ocasiones da la impresión que quienes tienen que ver con la planeación urbana de Cúcuta, quienes tienen competencia para resolver los problemas de movilidad, de tránsito y urbanismo lo hicieran con el propósito no de mejorar la ciudad, sino de hacerle daño a Cúcuta. ¿Alguien medianamente puede entender las casetas que está haciendo la alcaldía debajo del puente de San Mateo? Si en algunas de esas casetas deciden darle uso por ejemplo para vender comida rápida como pinchos, sándwich o un helado, ¿acaso habrán pensado en la oficina de planeación de la administración municipal a dónde iría a estacionar el vehículo una familia que sale en una noche de esparcimiento? Lo más probable es que esas casetas debajo del puente en pocos días van a generar es un nuevo foco de congestión vehicular, como si no existieren, y peor aún cuando se trata de una de las entradas a Cúcuta. Es como si deliberadamente se toman medidas para provocar caos y desórdenes.

No sé a quién se le ocurrió la idea de hacer esas casetas ahí debajo del puente. Con nuestra cultura ciudadana y respeto por las normas de tránsito, pronto veremos a algún conductor parado ahí, bloqueando todo el tráfico, sin importarle los vehículos que le pitan atrás, y en el desespero de la gente, el conductor fresco, que sin afán alguno espera a que a las papas fritas del “perro caliente” que pidió le pongan todas las salsas que ha solicitado, o igual, esperando a que le traigan los mil pesos de vueltas que faltan. Estamos en Cúcuta y “aquí se hace lo que se nos da la gana”, y si me pusieron venta de comida y no tengo donde parquear no es mi culpa, pensará con razón el conductor del vehículo. Bella la planeación de la Cúcuta 2050 que durante cuatro años se nos habló, administración que lo único positivo de estos días, hay que reconocerlo, es que pronto se va. Pasará a la historia esta administración por sus desaciertos y lo costosa que nos salió.

Y el desorden de la ciudad no es solo debajo de los puentes, se extiende más allá del parque Santander en donde hay momentos en que por la avenida séptima los carros ya no pueden circular. ¿Y qué tal la semaforización de la avenida 0?, pareciera que quien la hizo tiene manifiestos problemas de bipolaridad. Los semáforos no tienen ninguna coordinación, en cada cuadra hay que parar. Lo de la planeación de Cúcuta me recuerda un episodio que se relata en un excelente libro del escritor cubano Leonardo Padura, “ El hombre que amaba los perros”, en el que Ricardo Mercader, el hombre que mató a hachazos a Trotski en ciudad de Méjico, crimen que le costó 20 años de cárcel, algún día va a Moscú y se encuentra con la persona que lo contrató, y llega al conjunto residencial en donde vive, y ve perplejo su precariedad, la falta de luz, de espacios, y se reprocha diciendo, “por esto fue que sacrifiqué mi vida?. Parece que estas casas las hizo el régimen con rabia”. Mucho de esto sucede en Cúcuta, parece que los de planeación le tienen rabia a la ciudad. Hacen todo lo posible para que en vez de hacer una planeación razonable, lo que quieren es “joderse en Cúcuta”.

La próxima vez trataré de comprar un perro caliente ahí debajo del puente de San Mateo, y les contaré lo bello que desde ahí se ve la “entrada por una de las arterias más importantes de la Cúcuta 2050”.   

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