La información en el mundo moderno es clave, no sólo para comprender los fenómenos sociales, económicos y políticos, sino también para generar cambios y comportamientos acorde a los desafíos de una sociedad más compleja. La comunicación entre la administración pública y la ciudadanía es importante para la democracia, pues devela las imperfecciones de las instituciones humanas, permite la pertinencia de las políticas públicas y alerta sobre las contingencias que ponen en peligro el bienestar social.

En mi columna anterior me centre en la niñez y la juventud, y los grandes retos que tendrá la próxima administración pública en materia de deserción y calidad de la educación, el tema de la desnutrición y el trabajo infantil. Pero existe un asunto vital para la ciudad, y es la gestión del riesgo. A partir de los resultados de la encuesta de percepción ciudadana que en el mes de junio fue presentada por el “Cúcuta como vamos”, donde se le pregunta a la gente ¿qué  tan probable cree usted que pueda ser víctima de un desastre de origen natural?el 47 %  y 26% los consideraron probable y media respectivamente, siendo la comuna 3 y 4 la de mayor porcentaje; cuando se indaga si las autoridades están preparadas y si conoce recomendaciones para afrontar el desastre, los resultados son muy bajos, del 16% y 17% respectivamente; además los desastres al que están más expuesto son: terremoto, deslizamiento e inundación. Dado lo anterior  es necesario tener un sistema de información (alertas tempranas) que actúe eficazmente y mantener informada la ciudadanía, no solo sobre la probabilidad de ocurrencia de desastres naturales, sino de cómo actuar en dichas situaciones, lo que implica un esfuerzo de comunicación y flujo de información entre el ciudadano y las instituciones correspondientes.

En la segunda presentación de los indicadores técnicos del cómo vamos, fue poca la información que se obtuvo sobre el tema, lo cual implica un mayor esfuerzo para la generación de información en esta materia. La preocupación estriba en el cambio climático, el desbordado crecimiento de la ciudad, y la falta de planeación, convirtiéndose en un desafío, pero a la vez en una necesidad para la próxima administración. Una ciudadanía más informada es valiosa para el fortalecimiento de la democracia y sus instituciones, como dice el premio Nobel AmartyaSen “La democracia se evalúa desde el punto de vista de la razón pública, gobierno por discusión la democracia ha de observarse en función del encuentro razonado a través del mejoramiento de la disponibilidad de información y viabilidad de las discusiones interactivas”. El bienestar de la sociedad depende en gran parte de la comunicación, la información y la interacción entre la sociedad civil y las instituciones públicas.