Un bandazo es una figura de la náutica. Contiene el cambio brusco de rumbo de una nave a la izquierda o estribor o a la derecha, a babor.
En mis años universitarios, luego de mi formación en colegios regentados por religiosos católicos di un bandazo a estribor y milité en el Frente Unido de Camilo Torres Restrepo.
Ya en cuarto año de carrera cuando todos empezamos a aburguesarnos, frecuentando la taberna del Club Manizales y bajo al égida de Mario Vélez Escobar y los “azucenos” di el otro bandazo regresando al partido conservador de marca alzatista.
Desde entonces soy un hombre de partido y no he tenido más bandazos.
Siempre he tratado de estar al lado de los honestos e inteligentes.
Soy elitista, me gusta que gobiernen con los mejores, la incultura y la medianía no es mi fortaleza, por ello paso siempre por antipático y lo soy.
Me parece injusto el señalamiento que se me hizo en alguna columna dominical.
Los candidatos uninominales responden de sí mismos, nunca por sus aliados electorales pues esa mecánica la inventó la ley no los candidatos.
Mecánica derivada del voto programático que despersonalizó las propuestas electorales. Por ello nunca descalifico a César Rojas, a Carlos Luna, a Jorge Acevedo, a Jairo Cristo y a Wilfredo Grajales. Sus programas y la ley que es para todos, son un muro ante los aliados electorales.
Por ejemplo jamás me preocupé en el pasado debate electoral en el que defendí y apoyé a Andrés Cristo un hombre honesto, qué curioso, que tenía los mismos aliados que hoy tienen César Rojas Ayala.
Una columna mía de 2010, circulaba impresa por su campaña, en todas las calles y barriadas de la ciudad. En consecuencia el derecho a opinar y escoger un programa, nunca tiene el significado de bandazo.
No me atrevo a descalificar a Carlos Luna de su aspiración a ser alcalde Cúcuta, con el argumento simplista de que su aliado William Villamizar Laguado, es el político más cuestionado del Departamento Norte de Santander, ni la metodología de la persuasión del voto, con la antidemocrática ley del mercado. Es su problema.
Debería apoyar a Carlos, pero él desechó con una soberbia desconocida a quienes estudiamos y opinamos, con el simplismo que no tenemos votos y a sus aliados corruptos les sobran.
Difícil apoyarlo, además, porque sus sapientes asesores, le elaboraron un programa inconstitucional como la idea del Banco paralelo al de la República, o la irrealizable la utopía de la refinería de Tibú, cerrada cuando había producción plena de crudo y él quiere revivir con pozos agotados, para competir con la gigantesca y próxima a inaugurar en Cartagena. O la negativa a jugar a la gerencia Moderna con Planeación Estratégica y controles. ¿Cuál es su Visión de Ciudad al 2030? ¿Un aviso de prensa antes de la manifestación campesina? Habría sido el candidato ideal, pues su formación comenzó desde su hogar, bajo la tutela de su padre, un hombre sabio y probo, rebelde y culto con quien compartimos ideas que no le encantaban al régimen del Frente Nacional represivo.
César Rojas Ayala, no tiene un solo proceso en su contra, es inteligente, tiene formación académica, es rebelde y temperamental, tiene los pies en la tierra y no anda en el promeserismo indignante. Ah y es del Occidente del Departamento que impone una marca: es inmanejable. Era la opción del conservatismo. No puedo estar en la banda de Villamizar Laguado, el aliado de Luna, el aspirante a la gobernación del Departamento, pues he sido y seguiré siendo su crítico acérrimo. Ahí están los nubarrones de su pasado: Envileció la Educación, “ferió” el patrimonio inmueble departamental, malversó el crédito interno que la banca le otorgó al departamento por más de noventa mil millones de pesos, permitió cobrar contratos sin estar ejecutados, permitió sobrecosto en los medicamentos con proveedores que continúan en el carrusel de ese negocio y sus protagonistas son candidatos a las corporaciones públicas. Los controles están a su servicio como agencia regional del encubrimiento, a cambio de burocracia y contratos. Me falta espacio para desmenuzar los renglones anteriores, pero tengo los soportes.
Como ven no he dado ningún bandazo, sigo en mi partido conservador, para democratizarlo desde dentro y con un candidato a la Gobernación como Juan Carlos Garciaherreros que es el antípoda de la corrupción que queremos frenar y que representa èsa banda. Bandazo habría, si me pasara a la banda del régimen perpetuo.