Hace cuatro años cuando iniciamos nuestra labor en el Concejo había muchas expectativas sobre el rumbo que tomaría Cúcuta.

La actual administración recibía un municipio con estabilidad económica y financiera pero con muy poca credibilidad institucional.

Además de un contexto económico complejo, con una frontera recién cerrada, desempleo, informalidad desbordada, y con una migración que comenzaba a crecer.

En aquel entonces yo usaba una metáfora de la filosofía política que se denomina “la catedral en construcción”.

En efecto, comparaba a Cúcuta con una “catedral en construcción” donde sus bases quedaban día a día cimentadas con buenas o malas formas, que solo con trabajo y sinergia intergeneracional la estructura de este edificio podía mejorarse para volverla fuerte y sostenible.

Pese a que el actual Alcalde César Rojas goza de prepotencia y de poco gusto para comunicar las gestiones de gobierno,  es importante reconocer algunas cuestiones, retos y dificultades que se ha trazado Cúcuta para ser sostenible en los próximos años y que las futuras administraciones deberán abordar con mucha eficiencia administrativa:

1. Cúcuta debe consolidar su vocación verde, su reconocimiento como ciudad de árboles. Con el nuevo POT se dejó proyectada la política pública de silvicultura urbana. Allí se establece un término máximo de 24 meses para que la futura administración gestione y consolide el estudio a detalle de las diferentes especies de árboles óptimos para contrarrestar el cambio climático y que permitan un ambiente mucho más sano para los habitantes.

2. Un sistema de transporte público sostenible. Se estableció en el nuevo POT la pertinencia de dejar estructurado para los próximos cuatro años el estudio de factibilidad que determine qué tipo de sistema de trasporte público sostenible requiere Cúcuta y su área metropolitana.

No se puede seguir conformando con el sistema obsoleto de busetas y colectivos contaminantes, que imponen las rutas y no respetan los pasajeros.

La futura administración con el apoyo del gobierno departamental y nacional deberá establecer como meta prioritaria la consolidación del nuevo sistema de transporte público sostenible, con posibilidad de lograr rutas locales, municipales, regionales, metropolitanas y binacionales a través de diferentes medios como son el ferrocarril regional, el tren de cercanías, entre otros; que hagan posible la movilidad sostenible en los próximo treinta años.

3. La preservación de la estructura ecológica de Cúcuta. En el nuevo POT se dio prevalencia a la protección del bosque seco tropical, a la preservación de las cuencas de los ríos Zulia y Pamplonita para garantizar el recurso hídrico de los próximos treinta años. Ese bosque seco tiene importancia estratégica ecoturística por encima de la urbanización sin límites en estos sectores del municipio.

4. La consolidación y construcción de las plantas de tratamiento de aguas residuales para preservar la sostenibilidad de los ríos Zulia y Pamplonita. Este es un programa de gran importancia en el corto plazo (próximos cuatro años) para lograr la descontaminación de estos ríos y por supuesto dar cumplimiento al Plan de Saneamiento y Manejo de Vertimientos (PSMV).

5. La política pública de identificación y sostenimiento eficiente de la malla vial. Durante la discusión del nuevo POT en el seno de la comisión del plan del Concejo se debatió la importancia de consolidar de manera óptima la infraestructura vial de Cúcuta en los próximos doce años. Se estableció en el corto plazo la creación de la política pública de identificación, trazabilidad y expansión de las inversiones permanentes en el tema de la malla vial. Cúcuta debe priorizar su infraestructura vial para hacerla más competitiva y buscar diversos mecanismos de financiación con incentivos tributarios, esquemas de asociatividad con la comunidad para mantener en buenas condiciones las aceras y calles de los barrios.

En definitiva, son muchos los temas que quedan proyectados para consolidar a Cúcuta como un municipio productivo, sostenible, cosmopolita, con credibilidad para la inversión, el turismo y la convivencia. Hay mucho aún por hacer y entre todos se puede lograr. Cúcuta con voluntad será sostenible.