No creo que haya antecedentes en la historia del servicio del transporte urbano de la ciudad que durante un evento electoral a algún secretario municipal de tránsito se le ocurriese montar un operativo para revisar los documentos del conductor o del vehículo como aconteció el domingo pasado durante el proceso revocatorio contra la alcaldesa Miriam del Socorro Prado Carrascal.
El funcionario que se encargó de cambiar la tradición del importante servicio público durante un evento, supuestamente democrático, es el administrador de empresas, egresado de la UFPSO, Jairo Carrascal Villegas.
Se supone que los carros afiliados a Cootransurbanos y CootransHacaritama, antes de despacharse deben tener en regla la revisión tecno mecánica y que sus conductores cuenten con los documentos reglamentarios para desempeñar su actividad laboral.
Si las rutas asignadas durante el día, en este caso el domingo, tienen un tiempo preestablecido, ¿por qué razón debieron gastar hasta dos minutos para atender los requerimientos de los alféreces paisas recién contratados?
Y Carrascal Villegas, al mando de sus agentes y al frente del club Ocaña, ordenaba a quienes piloteaban sus vehículos particulares detenerse cerca de uno de los semáforos y casi nadie acató sus órdenes.
Para colmo de males, cuando grabábamos el inusual operativo intentó amedrentarnos con el celular de una de sus subalternas y expresó: “Y eso que es de la universidad…”. Por supuesto que refirió a este servidor, quien por ser pensionado y docente de la UFPSO, no ha perdido su condición de ciudadano colombiano ni de periodista.
“No entiendo las razones por las cuáles se aplicó el operativo de tránsito a las busetas de transporte urbano, desde que soy gerente de Cootrans Hacaritama, es primera vez que lo hacen”, expresó Leonardo Moreno Bonilla.
No obstante que un alférez indagado respondió que dichos operativos los podrían realizar en cualquier día, momento y lugar, varios ciudadanos que se encontraban observando el hecho, manifestaron que no hubo socialización de la actividad que desempeñarán los agentes antioqueños y lo relacionaron con la operación tortuga que a la postre impidió que el certamen revocatorio alcanzara el umbral exigido por el Consejo Nacional Electoral.
A la coincidencia del operativo de tránsito hay que sumarle la inexplicable suspensión del suministro de agua potable, el cierre de vías céntricas, las supuestas amenazas de desafiliación del programa nacional de Familias en Acción, más la desorientación de jurados y delegados, que enviaban a los votantes a veredas inaccesibles o a puestos inexistentes.
Otra que hay que sumar fue la aglomeración de personas que no acudieron a votar pero que coparon el andén diagonal y antes del colegio Caro, y que además cubría o tapaba el pequeño cuerpo del congresista Ciro Rodríguez.
“Mil gracias por regalarme su amistad y apoyo, con ustedes llegaremos lejos por la gran Ocaña que seremos”, este es el mensaje, que el domingo en la noche, envió a sus empleados y trabajadores, el gerente Jairo Pinzón, del Hospital Emiro Quintero Cañizares, vía Whatsaap.
¿Por qué tanta gratitud y optimismo?, ¿será otra coincidencia?
De la administradora de empresas Miriam Prado Carrascal guardo un aprecio como excompañera de trabajo y reconozco que es una mujer muy valiosa, con la alcaldesa me he comunicado solo dos veces, una en el club de Caza y Pesca, el año pasado y la otra, hace pocos días, cuando la llamé a Rumba Estéreo para expresarle mi solidaridad por su viacrucis judicial, y quedamos en que algún día hablaríamos, ¡claro! , para darle algunos consejos, y no para pedirle contratos.
Confieso, que no tengo ningún tipo de relación amistosa o profesional con los promotores del sí.
Quiénes de alguna manera incurrieron en el presunto boicot contra el evento electoral del domingo pasado, dicho de otra manera, los protagonistas de las coincidencias sospechosas, ¿conocerán el artículo 39 de la Ley 1142 de 2007?