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Carrobomba
Concluyo que los carrobomba existen desde hace varias décadas y los trabajadores de las EDS saben perfectamente cuál es la capacidad normal de un vehículo y misteriosamente lo proveen del combustible hasta que queden listos para su aventura.
Domingo, 20 de Febrero de 2022

El lunes de la semana que pasó, alrededor de las siete de la mañana, una fuerte detonación sacudió varios inmuebles del Barrio Betania en el Municipio de Los Patios. Personas que se encontraban cerca luego del susto, pudieron determinar que se trataba de la explosión de un vehículo en cuyo interior se encontraban tres “pimpinas” de gasolina y en el baúl del mismo automotor, un tanque adaptado con dimensiones similares, para transportar combustible, situación que bien podría asimilarse a un carrobomba con capacidad de incendio producido por la presencia de cientos de galones de tan peligroso producto.

Bajo ninguna circunstancia la columna pretende acusar y juzgar al ciudadano implicado, puesto que dicha situación es probable que sea recurrente en inferior escala. Es decir, que no es la primera vez que se observan personas ganando el sustento diario, arriesgando su vida y la de otras personas que inocentemente pueden ser alcanzadas por llamas o por la onda explosiva, que genera la presencia de una chispa en combustibles almacenados de manera irregular.

No es un secreto que los papeles se han invertido y ahora, se presume que un alto porcentaje de combustible subsidiado, es llevado a municipios del país hermano, recordando que esa informalidad se hizo por más de cinco décadas cuando el combustible venezolano llegaba de diferentes maneras y según secretos a voces, no lo hacían en vehículos pequeños familiares, sino en camiones con gran capacidad de almacenaje y muy eventualmente lo detectaba la autoridad policiva y ahora tampoco.

De igual manera, las Estaciones de Servicio (EDS) presuntamente están vigiladas y controladas, pero lo cierto es que algunas de ellas no cumplen con los protocolos establecidos para la venta de combustibles y sus operarios no distinguen entre el tanque normal de un vehículo y un carrobomba porque así deben llamarse.

También se escucha en los pasillos que el combustible es transportado en “vikingos”, los cuales son contenedores construidos con plástico de baja densidad, permiten su acomodo en automóviles y su posterior llenado para transportarlos hasta donde el cliente los requiera.

Concluyo que los carrobomba, existen desde hace varias décadas y los trabajadores de las EDS, saben perfectamente cuál es la capacidad normal de un vehículo y misteriosamente lo proveen del combustible hasta que queden listos para su aventura, que no debe ser nada fácil en el sentido que algunos de estos, están plenamente identificados por las autoridades, pero nadie los molesta y no me extrañaría que tuvieran el certificado de gases y revisión técnico mecánica al día.

Por fortuna no hubo pérdida de vidas humanas porque el asunto sería muy grave no sé para quien, porque son varios los actores que intervienen en el proceso de tan mortales automotores. 
 

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