La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Columnistas
Bajar tensiones
Colombia es un país en donde el resentimiento suele aflorar de manera silvestre.
Jueves, 11 de Enero de 2018

Sorprende sobremanera el acuerdo a que llegaron las dos Coreas, en donde se comprometen a bajar las tensiones, a participar conjuntamente en los juegos olímpicos de invierno, a diseñar esquemas de tránsito de personas por sus fronteras, a detener actos hostiles y a pensar en una reunificación.

Quien lo creyera; después de tantas ofensas y de acumular tantos resentimientos, de un momento a otro surge lo impredecible, lo asombroso, lo inesperado.

Esto quiere decir que siempre puede existir una puerta para que la sensatez entre y para que los resentimientos se dejen a un lado; para que se permita el paso de lo positivo, de lo constructivo, de lo sensato y de lo lógico.

Colombia es un país en donde el resentimiento suele aflorar de manera silvestre y se reproduce con una facilidad asombrosa. Los colombianos solemos de inmediato tomar partido en los bandos que afloran disputas y ese resentimiento termina envolviéndolo todo, y encuentra con facilidad materiales inflamables que repotencian su intensidad y llaman al caos y al desastre.

La mentalidad pragmática y positiva no es común en nuestro medio y vale la pena traer a cuento la celebre frase del escritor Óscar Wilde quien afirmaba con razón que “El sentido común, es el menos común de los sentidos” . Y por esta razón siempre estamos envueltos en el conflicto y siempre encontramos toda clase de ataduras que nos impide avanzar.

Nuestra cultura no está diseñada para sobreponernos a la adversidad, sino para vivir dentro de ella; gozamos con el conflicto permanente y sentimos cierta arrogancia de saber que somos difíciles, que nada nos conmueve y además no nos importa contemplar la incapacidad para solucionar las dificultades y para diseñar los escenarios prospectivos y de avanzada.

Nos identifica el morbo y tal como lo define el diccionario, además del calificativo de enfermedad “Atractivo que despierta una cosa que puede resultar desagradable, cruel, prohibida o que va contra la moral establecida”.

Si resolviéramos cambiar nuestros parámetros de comportamiento y volvernos mas receptivos, mas proactivos, mas sensibles frente al caos y a la tragedia, otro sería el camino a recorrer y otros frutos también serían los que recogeríamos. 

¿Por qué entonces no despojarnos de las pasiones y de las arrogancias, y pensar en desarrollar la capacidad para alejar los conflictos y para atraer las soluciones que requerimos?. Otros han podido lograrlo.

Temas del Día