Es posible que esta columna contenga algunas imprecisiones pues estoy fuera de la ciudad y alejado del entorno del Acueducto Metropolitano de Cúcuta y desde lejos no fue posible enterarme, qué pasaría y qué consenso se daría en relación a la pregunta que el viernes pasado primero de julio, nos planteó este Diario: ¿En manos de quién quedará la operación del Acueducto Metropolitano de Cúcuta?
La noticia de por sí, nos dejó desconcertados, pues de inicio nos sorprendió al enterarnos que la Procuraduría General de la Nación sí existe. Bueno, o al menos se está despertando. Pues en el piélago de ilegalidades y violaciones de la constitución, contenidas en la estructura municipal de Cúcuta y su desinstitucionalización, que le llevaron a contratar con Unipamplona el rediseño Institucional del municipio, la Procuraduría parecía inexistente o al menos desvanecida en su manida politiquería regional. Pero bueno, despertó con el AMC por alguna presión afín a ECOPETROL.
Lo cierto es que al parecer el sábado siguiente 2 de julio, se reunieron el señor gobernador y los alcaldes de Cúcuta, Villa del Rosario y Los Patios para analizar el tema para definir la Empresa que operará el Acueducto Metropolitano de Cúcuta, cuya primera fase al parecer ya fue entregada con una inversión superior a los 400 mil millones de pesos, sin contar con las fases 3, 4 sin contar con cierre financiero, al que son tan dados los minimalistas de la región, cuando quieren obstaculizar un proyecto.
En todo caso, el proyecto de solución de emergencia, garantizaría una solución a 50 años que luego integraría a los acueductos de San Cayetano y El Zulia, si los periodos de estiaje no son duros. Pero quedó la angustia de los veranos duros, puesto que no se consideró la posibilidad de reservas hídricas disponibles en embalse alguno, parar llenar las plantas de tratamiento y las redes extendidas, calculadas hoy en unos 1.100 kilómetros en las áreas urbanas de Cúcuta, más las redes de los acueductos de los municipios de Villa del Rosario y Los Patios.
La noticia agregó, que el señor gobernador quedó estupefacto y abrió los ojos, con toda la razón, ante la existencia de tres operadores privados del servicio: Aguas Kpital, Aguas de Los Patios, y Aqualia de Villa del Rosario, cuyos contratos están vigentes, y que se debe encontrara el mecanismo para integrarlos.
“No es cualquier decisión, dijo el señor gobernador, quedan pendientes difíciles implicaciones jurídicas, financieras, técnicas, operativas. Por ahora, cada municipio va a operar la infraestructura que se le entregue por Ecopetrol”.
La anterior frase, per se, es una radiografía del galimatías jurídico que vendrá, más la jurisprudencia del Consejo de Estado, a punto de salir, para dirimir la controversia si la Empresa Departamental que se creó, subsistirá o no.
Adenda: El mal municipal de Cúcuta, mediante el cual se reforma la Constitución y la Ley con Acuerdos Municipales, contagió el nivel departamental para reformar la Constitución y la ley de servicios públicos con Ordenanzas..
