Greystar está tras la aprobación de la licencia para la extracción a cielo abierto del metal amarillo. Voces en contra se han levantado por las amenazas ambientales y la advertencia de daños irreversibles a fuentes que alimentan a diversos acueductos.
“Aunque es política del gremio, no apoyar acciones de hecho, queremos manifestar nuestro apoyo a la campaña liderada por Fenalco Santander, en contra del proyecto de explotación minera en el páramo de Santurbán”, escribió la agremiación en la carta semanal.
Reclamó a los gobernadores Horacio Serpa (Santander) y William Villamizar (Norte de Santander) continuar el liderazgo en defensa de la región.
En concepto de la agremiación, se trata del enfrentamiento de la grandeza de los dos Santanderes al poderío de una transnacional que pretende acabar un ecosistema casi único en el mundo.
La federación recordó que es abanderada del estímulo a la inversión y de la seguridad jurídica, “pero como seccional de Norte de Santander vemos que se pretende cometer otra injusticia con nuestra región en donde solo se practica la política de extracción pero no la de inversión”.
Para probar como a la región le ha ido mal en esos planes de explotación, dio a conocer la siguiente referencia:
“Ya lo dijimos en los comentarios anteriores, en más de un siglo de extracción de petróleo, las gentes de El Catatumbo no tienen hoy una carretera para sacar unos bultos de yuca al mercado de las ciudades.
“Con base en contratos inconsultos y cuya legalidad es discutible, nos ponen en la situación del Mercader de Venecia: Antonio debe pagar con una libra de su propia carne por no cumplir un compromiso a un usurero judío; afortunadamente, según Shakespeare, dos bellas abogadas lograron que la justicia se quitara la venda de los ojos y librara a Antonio de tamaña obligación”.
Tragedia a la vista
La reflexión gremial incluyó un repaso al golpe que sufrirán el ecosistema y miles de habitantes:
“Con solo oír hablar de las toneladas de cianuro se nos encoje el pecho. Las lagunas, del páramo, de belleza indescriptible, en cuyos espejos se fusiona la tierra con el cielo, serán reemplazadas por lagunas de oxidación.
“Esas aguas virginales, impolutas serán convertidas en pozos de aguas con cianuro que perdurarán por los siglos de los siglos, si no es que se rompen con las explosiones anunciadas con las 7.000 toneladas de anfo, que se prevé, serán utilizadas en la explotación, y envenenan los acueductos de las aéreas metropolitanas de Bucaramanga y de Cúcuta.
“Que ocurra este desastre es factible y es de conocimiento del Procurador General de la Nación, doctor Alejandro Ordoñez. No habría riqueza alguna capaz de indemnizarnos”.
Fenalco comentó que el Centro para la Salud y el Medio Ambiente Global, de la Universidad de Harvard, seguramente no tiene conocimiento de la tragedia a que pretenden someter a los habitantes de los dos Santanderes en Colombia, pero una de sus recientes conclusiones dice: “Debemos terminar con la minería a cielo abierto en las zonas montañosas, recuperar los lugares en donde se ha adelantado y garantizar que las fuentes de agua allí ubicadas sean seguras para el consumo humano.”
Las poblaciones de las laderas del páramo de Santurbán que ya han sido ilusionadas y conquistadas, deben mirarse en el espejo de la miseria que les ha traído a otras comunidades la explotación del oro a pesar de que para ellas no se presentían las tragedias que estarán latentes en este caso, anotó el organismo gremial.
“Proteger los recursos naturales tan valiosos que tenemos en Santurbán, es un deber de nosotros los del Gran Santander y un compromiso ineludible con la patria”, notificó la carta de la Federación Nacional de Comerciantes.