Las versiones sobre el rápido y polémico paso del opositor de Venezuela Juan Guaidó por Colombia abundan y las explicaciones que ha dado el propio Gobierno de Gustavo Petro presentan relatos cruzados sobre por qué el político estuvo menos de 24 horas en el país.

Guaidó cruzó caminando la frontera el lunes con el pretexto de que participaría en la Cumbre Internacional sobre Venezuela, pese a que no tenía invitación a ese evento, y ese mismo día en horas de la noche fue puesto en un avión rumbo a Estados Unidos.

La primera hipótesis sobre su caso fue publicada por el periódico El País, que denunció que el militante del partido Voluntad Popular había sido expulsado hacia Miami por el Gobierno Petro, que es cercano al régimen de Nicolás Maduro.

A las 10:42 de la noche del lunes (24 de abril) la Cancillería publicó un comunicado en el que justificó que Guaidó se había ido a ese país en un vuelo comercial con un pasaje de avión que el mismo había comprado.

“Migración se acercó y, naturalmente, le pidió que se permitiera ser conducido a El Dorado para efectos de salir al exterior prontamente. Fue acompañado por agentes de Estados Unidos, todo el tiempo, y el pasaje fue suministrado por los Estados Unidos. ¿Por qué esto? Porque había que aplicar la ley, la Constitución y la ley, y segundo el interés de los Estados Unidos para que el acto de hoy sea completamente transparente y exitoso”, comentó Leyva.

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El canciller dice que el opositor planeaba participar en un plantón en el marco de la Conferencia Internacional sobre Venezuela. Ya un sector de los venezolanos en Colombia había convocado a esa movilización para este martes, en el centro de Bogotá, donde se lleva a cabo el encuentro en el que participan 20 países y delegados de la Unión Europea.

“No fue expulsado. Él tenía un pasaje en el bolsillo y, naturalmente, el pasaje señalaba el día, la hora y la línea en la que viajaba. Simplemente, se le ayudó a cumplir su plena voluntad y, por lo que hemos visto, todo impulsado por Estados Unidos”, explica el ministro de Relaciones Exteriores.

Otro punto que da una arista más en ese relato es la versión del presidente Gustavo Petro que divulgó en Twitter en la mañana de este martes. El mandatario calificó la entrada del político a Colombia como un ingreso “ilegal”, pese a que los mismos tratados internacionales a los que se ha acogido Colombia entienden la migración como una cuestión que puede ser irregular, mas no ilegal, porque ese término de ‘ilegal’ criminaliza la movilidad humana.

Guaidó asegura que la persecución del régimen se extendió hasta Colombia, ante lo que Petro responde que “simplemente entra con su pasaporte y pide asilo. Con mucho gusto se le hubiera ofrecido. No tiene por qué entrar ilegalmente al país. Se le ofreció el permiso de tránsito, no se le deportó de regreso a su país y con el permiso de Estados Unidos voló hacia ese país”.

Migración Colombia confirmó que contra el opositor venezolano se abrió un proceso administrativo y da la versión de que él “ingresó de manera irregular al país, por lo que, al momento de su salida, se le notificó de la apertura de un proceso administrativo y se le aplicó el mismo procedimiento que se realiza con cualquier otro ciudadano extranjero en su misma situación”.

La cuestión de la salida de Guaidó de Colombia permea la Cumbre Internacional sobre Venezuela, a la que ya se le agregaron otras dos polémicas. La primera, que Nicolás Maduro condicionó los diálogos a la liberación de Álex Saab por parte de la justicia de Estados Unidos, quien está preso señalado por corrupción.

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La segunda, que el régimen pidió que se suspenda la investigación contra el Palacio de Miraflores y sus administradores que está en manos de la Corte Penal Internacional, el máximo tribunal de justicia global que investiga las presuntas violaciones a los Derechos Humanos en las que están implicadas Maduro y sus aliados.

La cuestión es que ese proceso va más allá de las discordias políticas porque los crímenes de lesa humanidad son imprescriptibles y las acusaciones en su contra están en manos de un tribunal que funciona en el marco de los acuerdos de Naciones Unidas y no bajo los vaivenes ideológicos de los gobiernos.

Citando a ese Ministerio: “En horas de la tarde, Migración Colombia condujo al señor Juan Guaidó, de nacionalidad venezolana, que se encontraba en Bogotá de manera irregular, al aeropuerto El Dorado con el ánimo de verificar su partida en una aerolínea comercial a Estados Unidos, durante la noche. El pasaje ya había sido adquirido por él”.

Fue cuestión de horas para que desde esa misma cartera, y esta vez en voz del canciller, Álvaro Leyva, saliera una declaración diferente. El ministro fue abordado por periodistas a su salida del Palacio de San Carlos, en Bogotá, y en esa breve intervención afirmó que Estados Unidos había dispuesto del tiquete aéreo para el opositor.

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