Sábado, 31 de Agosto de 2013
~Una lectura de lo que está pasando en el país, podría ser esa. Por
espacio de algunos años nos creímos ricos, y además el Gobierno nos lo
hizo creer, y la verdad es que seguimos siendo pobres. Llegó el momento
de bajarnos de esa nube. En los últimos años fueron muchas las
publicaciones en las que se decía que Colombia tenía una de las
economías más sólidas de América Latina, y por ello hasta revistas
inglesas y de otros países hablaban de nuestro buen momento~
Una lectura de lo que está pasando en el país, podría ser esa. Por espacio de algunos años nos creímos ricos, y además el Gobierno nos lo hizo creer, y la verdad es que seguimos siendo pobres. Llegó el momento de bajarnos de esa nube. En los últimos años fueron muchas las publicaciones en las que se decía que Colombia tenía una de las economías más sólidas de América Latina, y por ello hasta revistas inglesas y de otros países hablaban de nuestro buen momento. Muchos españoles en medio de su monumental crisis, se acordaron que tenían un hijo que no era tan malo como ellos mismos lo pensaron y nos lo dijeron por muchos años. Ya no éramos “los sudacas” como despectivamente nos señalaban, el país en el que lo único que se comercializaba eran las drogas, sino que de un momento a otro, casi como si fuera un acto de magia, pasamos a ser un país económicamente atractivo, y muchos españoles se vinieron a estas tierras a tratar de encontrar posibilidades y una nueva vida. Cualquier turista colombiano quedaba hasta sor
prendido con lo que nos decían cuando se iba de visita. Hace poco un taxista en Barcelona, en vez de hablarme él de su país, me decía que le hablara de Colombia porque tenía información de que íbamos muy bien. Y de un momento a otro todo eso se derrumbó, porque nos creímos ricos, cuando en realidad seguíamos siendo pobres. Eso es lo que nos está pasando.
Si pudiéramos revisar las intervenciones presidenciales de los últimos 5 años, tanto de Uribe como las de Santos, creo que fácilmente encontraríamos un lugar común en sus discursos: que la pobreza había bajado de manera significativa en el país. Llegó a afirmarse que una gran parte de la población había dejado de ser pobre, y había pasado a ser parte de la clase media. Se presentaba como un éxito, por ejemplo, el programa de Familias en Acción. La verdad es otra. Los programas asistenciales y de subsidios que se han implementado en los últimos 20 años han creado es una nueva clase social de la que poco hablamos: los vulnerables. Este es un nuevo grupo social que si bien por una u otra razón encuentran temporalmente una mejor condición de vida – por ejemplo un programa asistencial -, no por ello es que ahora sean clase media. No, el vulnerable en cualquier momento puede regresar a la pobreza, sea porque alguno del grupo familiar perdió el empleo, porque se presentó una enfermedad, o porque el Gobierno sin medi
r consecuencias, firmó un TLC que devolvió al trabajador y a su familia a la pobreza. Eso es lo que nos está pasando, que nos creímos ricos, cuando en realidad éramos muy vulnerables, y la realidad económica nos devolvió a la pobreza.
Colombia es un país esencialmente agrícola, pero de 21 millones de hectáreas que tenemos para cultivar, hoy en día tan solo lo hacemos en 5. La concentración de la tierra es muy alta. Son problemas estructurales que aún persisten en nuestra sociedad y que desafortunadamente aún estamos lejos de solucionar.
Por ello, creo que por mucho tiempo seguiremos siendo pobres. Hicimos con nuestra economía en estos años, no es gratuita la canción, “otra casa en el aire”, como diría Escalona, y nos creímos ricos, revaluamos la moneda, firmamos TLC, llegamos a pensar que el peso era una de las monedas más estables en el mundo, envíamos al mundo esa imagen de crecimiento, estabilidad y fortaleza económica, y de un momento a otro todo se desplomó. La realidad en la que nuestros campesinos estaban trabajando nos devolvió a nuestro sitio. Ahora nos dimos cuenta que en realidad eran vulnerables. Nos estamos apenas bajando de la nube .
prendido con lo que nos decían cuando se iba de visita. Hace poco un taxista en Barcelona, en vez de hablarme él de su país, me decía que le hablara de Colombia porque tenía información de que íbamos muy bien. Y de un momento a otro todo eso se derrumbó, porque nos creímos ricos, cuando en realidad seguíamos siendo pobres. Eso es lo que nos está pasando.
Si pudiéramos revisar las intervenciones presidenciales de los últimos 5 años, tanto de Uribe como las de Santos, creo que fácilmente encontraríamos un lugar común en sus discursos: que la pobreza había bajado de manera significativa en el país. Llegó a afirmarse que una gran parte de la población había dejado de ser pobre, y había pasado a ser parte de la clase media. Se presentaba como un éxito, por ejemplo, el programa de Familias en Acción. La verdad es otra. Los programas asistenciales y de subsidios que se han implementado en los últimos 20 años han creado es una nueva clase social de la que poco hablamos: los vulnerables. Este es un nuevo grupo social que si bien por una u otra razón encuentran temporalmente una mejor condición de vida – por ejemplo un programa asistencial -, no por ello es que ahora sean clase media. No, el vulnerable en cualquier momento puede regresar a la pobreza, sea porque alguno del grupo familiar perdió el empleo, porque se presentó una enfermedad, o porque el Gobierno sin medi
r consecuencias, firmó un TLC que devolvió al trabajador y a su familia a la pobreza. Eso es lo que nos está pasando, que nos creímos ricos, cuando en realidad éramos muy vulnerables, y la realidad económica nos devolvió a la pobreza.
Colombia es un país esencialmente agrícola, pero de 21 millones de hectáreas que tenemos para cultivar, hoy en día tan solo lo hacemos en 5. La concentración de la tierra es muy alta. Son problemas estructurales que aún persisten en nuestra sociedad y que desafortunadamente aún estamos lejos de solucionar.
Por ello, creo que por mucho tiempo seguiremos siendo pobres. Hicimos con nuestra economía en estos años, no es gratuita la canción, “otra casa en el aire”, como diría Escalona, y nos creímos ricos, revaluamos la moneda, firmamos TLC, llegamos a pensar que el peso era una de las monedas más estables en el mundo, envíamos al mundo esa imagen de crecimiento, estabilidad y fortaleza económica, y de un momento a otro todo se desplomó. La realidad en la que nuestros campesinos estaban trabajando nos devolvió a nuestro sitio. Ahora nos dimos cuenta que en realidad eran vulnerables. Nos estamos apenas bajando de la nube .
