Lunes, 12 de Agosto de 2013
Luego de las noticias preocupantes que recientemente nos llegaban de Ocaña sobre bloqueos en las carreteras, vandalismo y solicitud de soluciones a necesidades apremiantes de las gentes del Catatumbo, nos llega ahora la mala nueva del deceso del médico y polígrafo Aurelio Carvajalino Cabrales, patriarca de la región que a sus 84 años, alejado de labores profesionales, escribía y publicaba profusamente, como buen representante de lo que en Ocaña llamaban a mediados de los años cincuenta, del siglo XX, La generación intermedia, la que recibió el legado de los representantes del antiguo Centro de Historia, de la que llegó a ser, ya como Academia, eminente miembro Honorario. A dicha Generación intermedia pertenecían, entre otros, Eligio Álvarez Niño, Raúl Pacheco Ceballos, Saúl Calle Álvarez, Aurelio Carvajalino Cabrales y Euclides Jaime González, único sobreviviente de los mencionados.
Son varias las facetas en las que podemos dividir la vida de Aurelio Carvajalino Cabrales. Como médico, egresado de la Universidad Nacional, de Bogotá, se le recuerda como primer gerente del Hospital Emiro Quintero Cañizares y, al lado del galeno Ramón Cabrales Pacheco, dejó huella por su ahínco en la salubridad pública. Como político, fue Alcalde de su ciudad natal en dos ocasiones y Secretario de Hacienda departamental. En una combinación afortunada de política y educación hay que recordar que de su fecunda mente, siendo Alcalde de su ciudad en 1960, brotó el proyecto de creación de una universidad para su ciudad. El proyecto se cristalizó en 1974 y Aurelio fue su primer rector. La UFPS-Ocaña hoy está en pleno desarrollo, no obstante las dificultades de una dependencia administrativa innecesaria de la UFPS-Cúcuta. En la realización de este proyecto vital para la región también intervinieron, entre otros, el entonces gobernador David Haddad Salcedo y su pariente Luis Eduardo Lobo Carvajalino, entonces repres
entante de los profesores ante el Consejo Superior de la UFPS-Cúcuta. Todos ocañerísimos.
Como escritor, sin espacio ahora para detallar su obra, nos podemos acercar a la misma en Narraciones del ocio (1988), donde encontramos crónicas, cuentos y relatos, que más tarde continua en Crónicas y cuentos (1994) que, para mi gusto, para mi paladar, es uno de los libros más gustosos de la literatura ocañera. En 2002 publica “Muerte, ya no soy tu enemigo. Memorias de un cirujano” donde, como dice Saúl Calle Álvarez, su cuñado y prologuista, cuenta las dificultades como médico cirujano y, en un exceso de humildad, no cuenta los múltiples aciertos e infinidad de vidas que salvó.
En Cúcuta Aurelio Carvajalino Cabrales dejó una cantidad de amigos personales y políticos; muchos de ellos en comunidad con su popular hermano Fernando, el famoso abogado “Rabanito”, que tantos dolores de cabeza le dio a su padre cuando, proveniente de una familia de recia raigambre conservadora, cuyo patriarca era el poeta Marco Aurelio, se manifestó prosélito del Partido Liberal, donde fue jefe acatado y fiero congresista. Aurelio era el único sobreviviente de la familia, pues ya sus hermanos Fernando y Eduardo, ambos abogados, habían traspasado la línea del horizonte. En fin, si hay algo para destacar de Aurelio Carvajalino era su sentido de pertenencia, pues con su inconmensurable capacidad intelectual y profesional, una vez graduado de médico prefirió regresar a su Ocaña natal de donde salía esporádicamente. ¡Paz!
Son varias las facetas en las que podemos dividir la vida de Aurelio Carvajalino Cabrales. Como médico, egresado de la Universidad Nacional, de Bogotá, se le recuerda como primer gerente del Hospital Emiro Quintero Cañizares y, al lado del galeno Ramón Cabrales Pacheco, dejó huella por su ahínco en la salubridad pública. Como político, fue Alcalde de su ciudad natal en dos ocasiones y Secretario de Hacienda departamental. En una combinación afortunada de política y educación hay que recordar que de su fecunda mente, siendo Alcalde de su ciudad en 1960, brotó el proyecto de creación de una universidad para su ciudad. El proyecto se cristalizó en 1974 y Aurelio fue su primer rector. La UFPS-Ocaña hoy está en pleno desarrollo, no obstante las dificultades de una dependencia administrativa innecesaria de la UFPS-Cúcuta. En la realización de este proyecto vital para la región también intervinieron, entre otros, el entonces gobernador David Haddad Salcedo y su pariente Luis Eduardo Lobo Carvajalino, entonces repres
entante de los profesores ante el Consejo Superior de la UFPS-Cúcuta. Todos ocañerísimos.
Como escritor, sin espacio ahora para detallar su obra, nos podemos acercar a la misma en Narraciones del ocio (1988), donde encontramos crónicas, cuentos y relatos, que más tarde continua en Crónicas y cuentos (1994) que, para mi gusto, para mi paladar, es uno de los libros más gustosos de la literatura ocañera. En 2002 publica “Muerte, ya no soy tu enemigo. Memorias de un cirujano” donde, como dice Saúl Calle Álvarez, su cuñado y prologuista, cuenta las dificultades como médico cirujano y, en un exceso de humildad, no cuenta los múltiples aciertos e infinidad de vidas que salvó.
En Cúcuta Aurelio Carvajalino Cabrales dejó una cantidad de amigos personales y políticos; muchos de ellos en comunidad con su popular hermano Fernando, el famoso abogado “Rabanito”, que tantos dolores de cabeza le dio a su padre cuando, proveniente de una familia de recia raigambre conservadora, cuyo patriarca era el poeta Marco Aurelio, se manifestó prosélito del Partido Liberal, donde fue jefe acatado y fiero congresista. Aurelio era el único sobreviviente de la familia, pues ya sus hermanos Fernando y Eduardo, ambos abogados, habían traspasado la línea del horizonte. En fin, si hay algo para destacar de Aurelio Carvajalino era su sentido de pertenencia, pues con su inconmensurable capacidad intelectual y profesional, una vez graduado de médico prefirió regresar a su Ocaña natal de donde salía esporádicamente. ¡Paz!